ELECCIONES CATALANAS

Cuando votar al andalucismo era una opción en Cataluña

El Partido Socialista de Andalucía-Partido Andaluz (PSA-PA) logró dos escaños en 1980

Los diputados andalucistas Francisco Hidalgo y José Acosta r. ramos

Álvaro Mogollo

Cádiz

El andalucismo ha ido perdiendo peso con el paso de los años, pero lo tuvo. Y hasta tal punto de que en el Parlamento Catalán hubo dos escaños que anteponían los intereses de los ciudadanos provenientes de otra comunidad autónoma como la andaluza.

Con una población cercana al millón de andaluces, de ahí que Cataluña fuera conocida como la novena provincia, la idea del andalucismo caló profundamente entre los emigrantes y el PSA-PA logró dos escaños en las elecciones autonómicas de 1980, el de Francisco Hidalgo, que encabezaba la lista, y el de José Acosta.

Con el éxodo iniciado en los años 50, muchos fueron los andaluces que se asentaron en diferentes puntos de Cataluña, región pujante en lo económico, especialmente en la industria, que ofrecía a quienes llegaban la opción de un trabajo y un porvenir. Buena parte de ellos nunca regresó y sus hijos y nietos son catalanes.

La papeleta andalucista fue elegido por más 71.000 personas, logrando así el 2,66% de los votos y dos asientos en el Parlament en unas elecciones que ganó CiU con Jordi Pujol como candidato, seguido del PSC de Joan Reventós.

La gran mayoría de los apoyos fueron cosechados en la provincia de Barcelona, donde estaba el núcleo más numeroso de gente llegada de Andalucía. Aunque en otros lugares como Tarragona, los andalucistas tuvieron destacados resultados, superando a Alianza Popular, formación de la que es heredera el PP.

«Ya no sé quién representa el andalucismo ahora y a quiénes han ido esos votos», dice Manuel Martín, que lleva más de 50 años en Cataluña y que lamenta que no exista ya esa opción política que se diluyó rápidamente a inicios de la década de los 80.

Los andaluces en Cataluña ya no cuentan con esa papeleta y si deciden votar, lo hacen entre las distintas opciones que ofrece un arco parlamentario que se prevé muy fragmentado y que en caso de que la aritmética lo permita, estará probablemente muy influenciado por la política nacional.

Eso en el plano político, el sentimental va por otro lado, explica Martín, que es presidente de la Peña Flamenca Calixto Sánchez de Rubí, entidad muy activa: «Nos encargamos de defender la cultura andaluza en Cataluña y aquí celebramos todas las fiestas de Andalucía».

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