Terremoto en Marruecos
Vídeo: los bomberos de Cádiz inician el regreso sin haber podido encontrar a nadie vivo bajo los escombros
«Los grupos internacionales no han conseguido rescatar a nadie con vida» tras el terremoto, lamentan los bomberos gaditanos
El terremoto de Marruecos ha sido una tragedia internacional de enormes proporciones y probablemente sólo se conozca una mínima parte de los daños. La tierra tembló en la noche del viernes al sábado en una zona próxima a Marrakech, provocando el derrumbe de numerosos edificios y la destrucción de muchos poblados bereberes.
La ayuda procedente de España se activó con celeridad y tanto la UME (Unidad Militar de Emergencias) como bomberos acudieron para intentar ayudar en las labores de rescate. De Cádiz partieron seis bomberos y cinco perros, fueron hacia Tafingoult, y pronto se encontraron con que el desastre no tenía remedio alguno. «Todas las personas desaparecidas de esta aldea están fallecidas», señalaba en esas primeras horas.
Ahora, el equipo de rescate está volviendo a Marrakech. Después de varios días de búsquedas en la zona sur no se ha podido localizar personas con vida en los escombros. Desde ayer martes se empezaron a desconectar la búsqueda de personas sepultadas vivas en el país.
El Grupo de Rescate, en su camino de regreso (que se encontró cortado por un derrumbamiento), no ha dejado de seguir buscando en distintas villas que han ido encontrando por el camino. Por desgracia, sin éxito. «Gran parte de los equipos desplazados desde España ya han empezado a volver. Todo un gran esfuerzo y trabajo que, tristemente, no han conseguido sacar a nadie. Las difíciles condiciones del terreno, la inaccesibilidad a las zonas afectadas y la calidad de las construcciones han hecho que pocas personas hayan conseguido sobrevivir bajo los escombros. Como consecuencia, los grupos internacionales no han conseguido rescatar a nadie con vida».
Los únicos fueron rescatados por los bomberos de Marruecos en las primeras horas y algún que otro rescate puntual.
La situación en el país alauita es extremadamente delicada. Mikel Ayestarán, enviado especial de Vocento, informa de que «una de las pistas principales de la provincia de Al Haouz, la más dañada por el terremoto del viernes, muere en Imi N'Tala, una aldea de 378 habitantes y 67 casas que ya no existe. Estaba en pleno Atlas marroquí, a 70 kilómetros al sur de Marrakech. El sentido de la muerte es literal, aquí ya han rescatado 84 cadáveres de entre los escombros y la única manera de avanzar es a pie porque después del terremoto un enorme alud de piedras borró la aldea del mapa y una enorme roca ha cerrado el camino. Todas las aldeas a partir de este punto están aisladas». Hay pueblos que, literalmente, han desaparecido.
