Tribunales
Las víctimas de la explosión de Hoyo de Manzanares reclaman su indemnización
Doce años después del suceso en el que fallecieron cinco militares, dos de ellos del Tercio de Armada de San Fernando, el Supremo ha reconocido que hubo imprudencia
Sobreseído sin responsables el caso del accidente de Hoyo de Manzanares en el que murieron dos militares del Tercio de Armada y tres resultaron heridos
Foto de archivo del traslado de los féretros de los cinco fallecidos durante el accidente en un ejercicio de desactivación de explosivos en 2011.
«Lo único que queda es que la administración haga frente a la indemnidad que debe frente a las viudas, huérfanos y heridos», afirma el abogado Jesús Blanco. Este letrado, cuyo despacho está en Conil, representa a los tres heridos y a la viuda y la hija de uno de los fallecidos en la explosión en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares en la que murieron cinco militares.
Sucedió en febrero de 2011, durante un ejercicio de adiestramiento en desactivación de explosivos previo a desplegar en Líbano como cascos azules de la ONU. Una detonación acabó con las vidas del sargento primero Víctor Manuel Zamora Letelier, el cabo primero Javier Muñoz Gómez, el sargento primero Sergio Valdepeñas Martín Buitrago, el sargento Mario Hernández Mateo y el cabo Miguel Ángel Díaz Ruiz. Los dos primeros, infantes de Marina del Tercio de Armada de San Fernando. Al igual que tres de los heridos, el teniente José Manuel Candón Ballestero, el sargento primero Raúl Alfonso González Fernández (heridos graves ambos) y el cabo primero Herminio Álvarez (herido leve). De estos heridos y de la familia de Víctor Manuel Zamora Letelier es Jesús Blanco su representante legal.
Tras un largo litigio, en 2022, el Tribunal Militar Territorial Primero acordaba el sobreseimiento definitivo del procedimiento en el que se investigaban las causas y responsabilidad del accidente, al tiempo que dejaba en manos de la ministra de Defensa la posibilidad de indemnizar a las víctimas y sus familiares.
Y recientemente el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de los heridos y de las familias de los fallecidos contra dicha decisión de archivar el caso, argumentando que los posibles delitos han prescrito. No obstante, el Supremo asegura que sí hubo imprudencia ya que «es evidente que se trata de una investigación por unos hechos que tal vez (lo más probable) fueran debidos a una imprudencia». Asimismo, en contra de lo determinado por la juez togado militar, que aseguró que «no hubo infracción de norma de cuidado alguna», los magistrados del Supremo determinan que «una cuestión es que no se haya determinado quién o cómo haya actuado de forma imprudente y otra distinta decir que no ha habido actuación negligente alguna, pues en ese caso la pregunta es, y entonces ¿por qué sucedió el hecho?».
La batalla legal continua
«El Supremo dice que hubo negligencia y, si hay resultado de muerte o heridos, hay delito, pero está prescrito», explica el abogado Jesús Blanco. «Los muertos no van a volver a la vida y a los heridos, lo que se les ha hecho, hecho está. Lo único que queda es que la administración haga frente a la indemnidad que debe frente a las viudas, huérfanos y heridos», declara.
No obstante, el Ministerio de Defensa no se ha pronunciado al respecto y el letrado asegura que las víctimas han sufrido durante estos años «una palmaria orfandad tutelar por parte de la Administración, tanto de la justicia militar como del Ministerio». De hecho, el abogado opina que la ministra «no ha tratado igual a las víctimas de Hoyo de Manzanares que a heridos en acto de servicio».
Como Defensa no ha actuado de oficio para indemnizarles y «hacer justicia, dando carpetazo de una vez por todas» a este caso que dura más de una década, detalla el abogado, «no nos queda otra que seguir por la vía legal». «Con la sentencia del Supremo en la mano, abriremos un procedimiento de responsabilidad patrimonial de la administración y, por otra parte, lo denunciaremos a la jurisdicción social por quebrantamiento reiterado de la ley estatal de riesgos laborales», detalla Blanco. «Aunque la justicia tardía no es justicia, hay que seguir en la lucha para que las víctimas sean indemnizadas y estos hechos no vuelvan a suceder».
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