Verano

El verano de las mascotas, sufrido y jadeante

Los animales domésticos sufren bastante las olas de calor, por ello necesitan de unos cuidados justos para su bienestar

Dos perros juegan en la playa, donde en las zonas acotadas tienen la posibilidad de refrescarse. L. V.

Juan Zaldívar

El verano ya ha llegado a una fase clave en la que las temperaturas arrasan en el ambiente y los cuerpos no tienen otra que convivir con ello. El ser humano ha sabido adaptarse al verano, desarrollar tecnologías que acomoden sus estancias y hacer más llevadero los momentos en los que el calor punzante se hace notar como principal molestia a nuestro bienestar.

Sin embargo, estos seres humanos cuentan con mascotas a las que el ambiente doméstico ha hecho más dependientes. Los cuadrípedos de la casa sufren las temperaturas, y aunque saben protegerse de ellas, a veces necesitan de sus humanos para que les propicien las mejores condiciones posibles.

«Uno de los principales fallos de las personas con sus animales en verano, son las horas de paseo», comenta un veterinario. «Tenemos que tener en cuenta que son animales que van 'descalzos' y tienen que andar sobre un pavimento que arde a mediodía, si nos quema la palma de la mano, no debemos sacarlo a esa hora», añade. Las almohadillas de los perros si están más preparadas para estas situaciones que nuestras plantas de los pie, pero eso no quita que el calor extremo en el suelo puebla provocarle heridas o quemaduras que perjudiquen constantemente su día a día, «además de por el hocico, los perros sudan por las patas, así que es conveniente que no sufran quemaduras en ambos lados». Las horas más seguras para los perros para salir suelen estar en las previas al mediodía o una vez se acerca el ocaso, que las sobras de los edificios han conseguido suavizar la temperatura del suelo.

El pelaje, una barrera natural

El pelaje actúa como una barrera natural contra los efectos del sol y como regulador natural de la temperatura corporal, por eso siempre se ha recomendado que se deje la estética a un lado y no se le corte demasiado el pelo a los canes en temporada estival. Podría exponerlos a quemaduras solares, dermatitis y otros problemas dermatológicos. «El cepillado es importante, permite eliminar el pelo muerto, que se acumula en el pelaje y que si no lo retiramos impide que nuestro animal regule su temperatura».

Aunque no hay razones de peso para cambiar la dieta de los animales, comer a horas más matutinas o vespertinas le vendría mejor, debido a las altas temperaturas del mediodía. Además de la obvia hidratación y procurar que las mascotas coman comida húmeda, que no solo le sirva de alimentación sino para hidratarse también.

Signos preocupantes

Los roedores también sufren las olas de calor con gravedad. En el caso de los conejos, cualquier signo de jadeo es preocupante ya que está sufriendo un calor extremo. «Lo más recomendable, sean conejos, hámsters o hurones» es que siempre tengan frutas a su disposición y la jaula esté lo más alejado posible del sol», comenta un veterinario.

El verano es una época en la que el letargo, el jadeo y el babeo son parte rutinaria de las mascotas, el calor evidentemente afecta al ánimo y bienestar de todos los seres vivos. Es un momento delicado en el que cualquier actividad por tiempo excesivo al aire libre puede resultar en un golpe de calor. Las mascotas no solo son un acompañante, es un ser vivo más al cargo de los humanos, por ello se debe pensar en ellos con el mismo cuidado con el que uno piensa en sí mismo.

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