Incendio en Puerto Real

Vecinos de Puerto Real afectados por el incendio denuncian «la mala conservación» de Las Canteras

Relatan que la zona del pinar más próxima a sus domicilios «estaba totalmente abandonada y en un estado de dejadez», afirmando que «aquí no hemos visto un operario de limpieza del Ayuntamiento recoger las hierbas secas en años»

La Junta reconoce que «todo apunta» a que el incendio de Puerto Real ha sido intencionado

Incendio en Puerto Real Antonio Vázquez

Jesús Mejías

Cádiz

Miedo, angustia, temor, pavor, pena, indignación... son solo algunos de los sentimientos que experimentaron los ciudadanos de Puerto Real este domingo debido al incendio en el parque de Las Canteras, el pulmón de la Bahía de Cádiz. Un día que tardarán en olvidar, una tarde y una noche que se hicieron eternas. Horas en las que los gritos y las lágrimas solo eran interrumpidos por el sonido del teléfono móvil que sonaba con llamadas y mensajes de familiares y amigos preocupados.

Marina vio como las llamas llegaron a «unos diez metros de mi casa». Esta puertorrealeña al ver como el fuego cada vez estaba más cerca de su vivienda y «asustada por mi hija» decidió trasladarse hacia el domicilio de sus padres. «Cogimos un par de cosas necesarias y nos fuimos», relata.

Su domicilio se encuentra cerca del Centro de Recursos de Autismo Cádiz, cuya furgoneta ha quedado totalmente calcinada debido al incendio, y tanto ella como su marido «estuvimos con la manguera ayudando a extinguir el fuego».

«De las ocho o diez casas que tenemos en la calle, sacamos unas tres o cuatro mangueras con las que estuvimos ayudando con el incendio», señala, y ahora «esperamos que sea el Ayuntamiento de Puerto Real quien pague la factura del agua porque estuvimos toda la tarde con el agua abierta».

Los vecinos se quejan del mal estado en el que se encontraba la zona del pinar más próxima a sus domicilios. «Esto es competencia del Ayuntamiento y denunciamos que había una mala conservación, había una mala limpieza y esto estaba totalmente abandonado en un estado total de dejadez«.

«No teníamos una boca de incendio cerca, están mal distribuidas», denuncian.

Uno de los vecinos señala que «por aquí pasa un par de veces a la semana un cabrero, y menos mal que las cabras son las que limpian todo esto comiéndose todas las malas hierbas». «Las malas hierbas son como el carbón, prenden con mucha facilidad».

«Esto llevaba años sin ser limpiado, pero después la gente está muy contenta cuando el ayuntamiento monta una fiesta, pero aquí no hemos visto un operario de limpieza recoger las hierbas secas en años», denuncian.

Afirman que «la gran mayoría de las parcelas que hay aquí son municipales, y es su competencia mantenerlos limpios, y si hay parcelas privadas y sus dueños no hacen nada por tenerlas limpias, hay que denunciarlo».

Tienen claro que «el incendio lo paró la gente». «Fue increíble como todos los vecinos estuvimos ayudando a los bomberos, que los pobres hicieron lo que pudieron, mucho hicieron».

Con el paso de las horas y con la estabilización del incendio, los vecinos regresaron a sus casas. «Pude dormir en mi casa, pero no dormí en toda la noche», cuenta Marina. «Estuve toda la noche mirando Facebook viendo las informaciones del Ayuntamiento, la Policía Local y la Junta de Andalucía».

«Estaba en casa y no me lo pensé dos veces»

La jornada dominical estaba siendo tranquila en Puerto Real. Muchos vecinos, ante el fuerte viento de Levante, optaban por acudir a la piscina municipal de verano. Otros, se habían marchado bien temprano para pasar un día en alguna de las calas de la provincia de Cádiz.

Todo cambió minutos antes de las tres de la tarde cuando Las Canteras comenzaban a arder. Los vídeos del pulmón de la Bahía de Cádiz en llamas comenzaban a circular por las redes sociales ante la sorpresa, estupor y tristeza de los puertorrealeños al ver lo que estaba sucediendo.

Fueron muchos los que salieron a la calle a ayudar, entre ellos Carlos. «Yo estaba en mi casa viendo la televisión cuando me enseñó en Facebook un vídeo de una mujer llorando porque veía desde su casa el fuego en Las Canteras».

«Llamé a mi cuñado rápidamente que vive cerca de Las Canteras y me dijo que estaba llegando gente con botellas de agua para intentar apagar el fuego», relata.

Carlos no dudó un segundo. «Me vestí corriendo, cogí un paquete de mascarillas que había en casa y me fui con el coche y dos paquetes de seis botellas que teníamos».

Al llegar «recuerdo que me quedé impactado por como estaba aquello», pero «sobre todo sentía orgullo al ver como estábamos los vecinos ayudando a los bomberos y a policía».

Este vecino fue uno de los que colaboraron en la cadena humana para apagar el fuego. «Al principio era como si estuviéramos haciendo cada uno la batalla por nuestra cuenta, eran tantas las ganas de apagarlo que hasta que no pusimos un control y nos coordinamos no empezamos realmente a apagarlo».

«Llegué a casa exhausto, de la adrenalina no he podido pegar ojo en toda la noche», reconoce.

Miriam también colaboró. «Me fui rápidamente a Las Canteras, pero me enteré que en la rotonda del hospital había fuego y no había nadie», así que junto a sus tíos y su padre pusieron rumbo a dicha zona.

«Al llegar había un Guardia Civil en los tres accesos a la rotonda, les dijimos que traíamos agua para apagar el fuego, y nos dejaron pasar». Tras aparcar el coche «empezamos a echar el agua en los pequeños focos que había, realmente no eran muchos, pero estaban muy próximos a la autovía», señala.

«Poco a poco fueron llegando más personas y solo en la rotonda del hospital pudimos estar unos 15 vecinos ayudando».

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