Cultura
Una utrerana que ha vivido la inolvidable experiencia de tocar el órgano del Vaticano
Auxiliadora Colchón comenzó a tocar el piano con cuatro años y en la actualidad es organista en Zurich
La niñez de la utrerana Auxiliadora Colchón está inevitablemente unida al mundo de la música, ya que a instancias de su abuelo comenzó a tocar el piano cuando apenas tenía cuatro años. En la actualidad no ha cumplido todavía los 30 años, pero ya trabaja como organista de varias iglesias en la ciudad suiza de Zurich –donde además continúa con su formación-, mientras que recientemente ha tenido la oportunidad de disfrutar de una experiencia inolvidable, tocando el órgano nada más y nada menos que en la iglesia de San Pedro de El Vaticano, en Roma.
La utrerana interpretó en este mágico entorno la misa del compositor francés Charles Gounod durante la celebración de una eucaristía oficiada por el vicario general del Papa, el cardenal Angelo Comastri . «Fue una experiencia muy bonita, en un entorno lleno de grandeza, de esplendor, no es algo que vayas a hacer todos los días. Se afronta con mucha ilusión, y con mucha responsabilidad», explica la utrerana, quien reconoce que la grandiosidad del momento es algo que no se olvida fácilmente en toda la vida.
Un momento que ya ha pasado a formar parte de los recuerdos imborrables en la carrera musical de esta utrerana, que también tuvo la oportunidad en este mismo viaje de hacer sonar el órgano de la basílica de San Ignacio de Loyola , acompañando al colegio internacional «Yago School». Se trató también de una actuación muy especial para la utrerana, que confiesa que «salió muy bien y además tuve la oportunidad de conocer esta iglesia, que no la conocía».
La utrerana trabaja como organista en varias iglesias de la ciudad suiza de Zurich
La música ocupa un lugar central en la vida de esta utrerana, que primero se sintió atraída por el mundo del piano, comenzando su formación en el Conservatorio de Música Elemental de Utrera de la mano de la profesora Natalia Cabrera, y posteriormente entró en contacto con la grandiosidad del órgano. Es un instrumento que sigue contando con mucha vigencia en países europeos como Suiza, donde la utrerana desempeña su trabajo y a donde ha desembarcado con la idea de perfeccionar su formación. «En Suiza hay mucha tradición relacionada con la música de órgano y ésta se mantiene durante los servicios religiosos, algo que cada vez pasa menos en España», explica Auxiliadora.
Al hablar de este instrumento la utrerana no puede olvidar los dos órganos barrocos que existen en su localidad natal pero que en la actualidad apenas se utilizan porque no se han mantenido a lo largo del templo, sonidos que ya apenas se escuchan en Utrera y que son parte de la historia de la localidad que se está perdiendo poco a poco. Se trata de los órganos que se encuentran en las parroquias de Santa María de la Mesa y Santiago el Mayor, y que la utrerana asegura que «es una pena, porque están casi olvidados e inservibles, me encantaría poder tocarlos, porque son dos auténticas joyas».
Ideas claras
Auxiliadora Colchón es una persona que siempre ha tenido las cosas muy claras, por lo que ha sido capaz de abrirse paso en un mundo complicado y llegar a ser organista a una edad muy temprana y en un sector dominado principalmente por hombres. Por ello no dudó en el momento que se le presentó la posibilidad de marcharse a Suiza para poder seguir acumulando experiencia , donde asegura que «se echan muchas cosas de menos; sobre todo a los amigos, a la familia y nuestro sol, pero me encuentro muy bien, tengo mucho trabajo y estoy aprendiendo muchas cosas».
Una utrerana que representa a la perfección una magnífica generación de músicos utreranos que están rompiendo esquemas en numerosos sectores musicales en los que resulta muy complicado abrirse paso y que se une a nombres como el saxofonista Manu Brazo o el también pianista Andrés Barrios.
Noticias relacionadas