UTRERA

El secreto de las famosas lenguas de nata de Cordero

Nacieron de forma casual probando la primera nata que llegó a Utrera. Las nietas del fundador llevan ahora la confitería

Mariló y Marisa Cordero en su popular confitería utrerana A.F.

ALBERTO FLORES

Cada fin de semana, el pequeño local de Confitería Cordero en Utrera no da abasto para atender a las cientos de personas que acuden a degustar sus famosas especialidades. De entre todas sus delicias gastronómicas, destacan las lenguas de nata de Cordero . Se trata de un dulce que combina el bizcocho típico del mostachón con la nata y se ha convertido con el paso del tiempo en una de las señas de identidad de la pastelería utrerana.

Como suele ocurrir con las grandes cosas, este dulce surgió de una manera casual, los protagonistas no sabían que su idea iba a tener tanto éxito y que al final los más golosos llegasen por centenas a la confitería para probar estas delicias .

Hay que viajar hasta finales de los años 70 del pasado siglo y situarnos en una Utrera bien distinta a la actual , donde apenas había frigoríficos y no todas las casas tenían agua corriente. Un buen día se presentó en Confitería Cordero un representante comercial que aseguraba vender un producto que iba a revolucionar el mundo de la repostería, se trataba de la nata RAM , pero que precisaba de refrigeración para no estropearse.

El abuelo

El encargado de atender a este representante fue el abuelo de Jesús Cordero, quien junto a su mujer Pili y buen grupo de trabajadores, regenta en la actualidad el obrador de Cordero y al comprobar que no tenía los medios para poder conservar este producto trató de despacharlo y seguir con su trabajo. «Cuando mi abuelo salió de trabajar, siendo más de las diez de la noche , se encontró con sorpresa cómo este hombre estaba esperándolo en la puerta del obrador, porque no cejaba en su empeño de vender el producto», cuenta Jesús.

En aquellos tiempos, Cordero no disponía de refrigerador en su obrador ni en la confitería, por lo que desechó la idea de comprar esa extraña crema blanca. El destino jugó a los dados, porque cuando el abuelo de Jesús fue a recoger a su mujer en una fonda familiar, «tocaron en la puerta y resultó ser ese representante que buscaba alojamiento. Ahí volvieron a hablar y al final mi abuelo decidió darle un voto de confianza y probar su producto».

Justo una semana después llega a Utrera una cántara de 25 litros de nata, según Jesús Cordero, «la primera nata que entró en Utrera» . El producto era toda una revolución, por lo que todos los que trabajaban en el obrador comenzaron a hacer tartas, dulces y pasteles con esta nata para experimentar.

«Mis tías querían probar ese producto del que hablaban todos y mi tío Vicente n o tuvo otra ocurrencia que coger dos tiras alargadas de bizcocho que habían sobrado y echarle nata con la manga y se las llevó para merendar. Dejaron las tiras encima del mostrador y todos los clientes que llegaban preguntaban por aquello y lo querían probar, por lo que aquella tarde no se vendió ningún otro pastel. Al día siguiente se presentaron en la confitería vecinos, amigos y familiares que querían probar ese nuevo experimento », cuenta emocionado Jesús.

De esta manera tan poética nacieron las lenguas de nata de Cordero , un dulce que junto al mostachón se ha convertido en el dulce más típico de Utrera y uno de los más demandados cada fin de semana por las personas que llegan de fuera para disfrutar de una buena merienda.

Lógicamente, la familia Cordero nunca olvidó a ese representante, que con su insistencia cambió la historia del negocio.

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