UTRERA
Una perla utrerana que jugó con el Betis la Champions y al que las lesiones rompieron sus sueños de gloria
Israel Bascón debutó con éxito a los 17 años: ahora tiene 29 y tras una fallida aventura en Grecia y pasar por el Albacete, lleva dos temporadas sin jugar
Toda la grandeza y toda la miseria que puede haber escondida en el mundo del fútbol la ha vivido en primera persona el utrerano Israel Bascón. Después de once temporadas como profesional, vive ahora sus momentos más duros, tratando de recuperarse de tres operaciones de rodilla en los dos últimos años, con la incertidumbre de no saber si podrá volver a pisar un terreno de juego.
Bascón se convirtió en una de las perlas de la cantera sevillana cuando en 2005, con solo 17 años, tuvo la oportunidad de debutar con el Real Betis Balompié , saborear la primera clasificación para la Champions League y ganar una Copa del Rey . Todos los focos estaban dirigidos hacia él, estaba destinado a convertirse en un referente, pero todo se torció y diferentes circunstancias provocaron que nunca pudiera triunfar en el Betis.
La época de Manuel Ruiz de Lopera, engaños de representantes, clubes que se iban a la ruina y no pagaban y ya por último graves lesiones han minado la carrera de este extremo derecho de gran calidad, que destaca además por ser una persona que siempre ha tenido los pies sobre la tierra, muy maduro para su edad y que ha encarado con resignación todo lo que le ha ido llegando.
Mérida, Jerez, una aventura fallida en Grecia y Albacete han sido los diferentes destinos a los que su azarosa vida futbolística le ha llevado.
Dos roturas
En la actualidad lleva dos temporadas completas en el dique seco, sin haber podido disputar ni un solo partido oficial; dos roturas en el ligamento cruzado y una limpieza de cartílagos de su rodilla izquierda tienen la culpa. Después de rescindir su contrato con el Albacete a causa de su estado físico, el futbolista ha regresado a su tierra, a Utrera , donde trata de recuperarse poco a poco.
La situación no es fácil. Israel, que ahora tiene 29 años, no sabe si podrá volver a jugar al máximo nivel competitivo. «Estoy ahora mismo con todo el proceso de rehabilitación, los médicos me dicen que me lo tome con calma, que no se pueden poner plazos, que vaya día a día y que esté tranquilo . Aunque está claro que después de once temporadas como profesional no es nada fácil asumir esta inactividad, aunque te tengas que hacer a la idea» , explica el propio deportista.
En esta tesitura, el futbolista utrerano al que la vida le ha terminado enseñando que es mejor no esperar nada, para no decepcionarse cuando las expectativas no se cumplen, tiene un deseo muy sencillo : «No me quita el sueño a qué equipo o a qué división podría volver, m i única ilusión es poder volver a calzarme unas botas , ponerme unas calzonas y pisar un terreno de juego, aunque sea para jugar una pachanga con mis amigos».
Palabras de una persona que ama su profesión por encima de todas las cosas, de un chico que comenzó a deslumbrar en los campos de tierra de Utrera y en el que el Betis se fijó cuando todavía apenas levantaba dos palmos del suelo y al que solo la mala suerte le ha privado de alcanzar el reconocimiento y los éxitos que han conseguido otros jugadores de la cantera sevillana.