Un negro futuro para los árboles de La Corredera de Utrera

La calle Corredera es una de las más importantes de todo el casco urbano de Utrera. Se trata de la vía de entrada natural hacia el centro de la localidad para todo el tráfico que viene desde la autovía que une Utrera con Sevilla, mientras que uno de sus elementos más característicos son las grandes jacarandas que forman parte desde hace años del paisaje urbano de esta calle utrerana. Unos árboles que tienen ante sí un negro futuro, ya que la delegación de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Utrera, ha asegurado que tarde o temprano habrá que sustituir estos emblemáticos árboles.

Desde mediados del pasado mes de octubre, operarios municipales están llevando a cabo una intensa poda de estos árboles, que provocan numerosos problemas a los vecinos de toda esta zona. Es un trabajo que habitualmente se hace cada tres años, con el objetivo de controlar estos árboles, cuyo importante crecimiento puede generar problemas de seguridad para algunos vecinos y peatones.

Esta especie de árbol alcanza en su madurez hasta 25 metros de altura y hasta 16 metros de diámetro en la base troncal. En este sentido, todos los informes emitidos por los técnicos municipales, indican que «en un futuro habrá transplantar las jacarandas de La Corredera para buscarles un lugar más adecuado de acuerdo a sus peculiaridades», asegura la delegación municipal de Parques y Jardines.

Para poder llevar a cabo de la mejor manera posible los trabajos de poda en estas jacarandas de la Corredera se está llevando a cabo la regulación del tráfico en este enclave de la localidad, mientras que también se prohíbe el aparcamiento de vehículos en cada zona concreta en la que se está trabajando.

Carlos Guirao (IU), es el delegado de Parques y Jardines en el Ayuntamiento de Utrera y ha señalado que «la delegación se ha volcado con carácter de urgencia en La Corredera. Queremos lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos de las demás barriadas donde su masa forestal también necesita una poda. Tenemos un método de trabajo organizado y metódico según el cual no vamos a dejar ninguna barriada atrás». En cuanto a la posible eliminación de las jacarandas ha declarado que «es una decisión que tarde o temprano tendremos que tomar, de momento tenemos unos años de margen para estudiar todas las posibles opciones. Cuando se decidió plantar jacarandas en La Corredera no se tuvo en cuenta el tamaño gigantesco que alcanza esta especie en su madurez».