CULTURA

El monumento a los hermanos Álvarez Quintero que Utrera nunca fue capaz de terminar

En el año 1957 se colocaba la primera piedra de este monumento inacabado en el parque de Consolación

El monumento a los hermanos Álvarez Quintero se quedó en una mínima expresión de lo planificado A.F.

Alberto Flores

Dos de los parques más importantes de todo el país, como son el parque del Retiro en Madrid y el de María Luisa en Sevilla, cuentan con sendos monumentos dedicados a Serafín y Joaquín Álvarez Quintero , dos escritores nacidos en Utrera y que gracias a su talento creativo se hicieron universales. A pesar de contar con el reconocimiento general, es curioso como precisamente en Utrera, en la tierra que tanto amaron, el monumento que se proyectó para homenajearlos, nunca llegó a terminarse.

Corría el año 1957 cuando se lanzaba la idea de promover un homenaje en Utrera en forma de monumento a los dos añorados hermanos. La idea era hacer una suscripción nacional para que todas las personas y entidades pudieran aportar fondos económicos. El proyecto avanzaba a buen ritmo, así el 2 de mayo se colocaba la primera piedra del monumento e incluso ABC de Sevilla publicaba un completo artículo firmado por Manuel Olmedo en el que se explicaba con todo lujo de detalles las características del proyecto.

Se decidió que el monumento se ubicara en una glorieta específicamente diseñada a tal efecto en el parque de Consolación, que en aquellos años era sólo un proyecto. El artista Juan Luis Vasallo fue el elegido para llevar a cabo este encargo, que contaría con un espectacular templete que se levantaría en el centro de un estanque, con una fuente similar a la de un patio andaluz, dos figuras alegóricas del teatro, una figura femenina que simbolizara a Andalucía y un bloque de piedra en el que estarían esculpidos los bustos de ambos hermanos. El monumento, como contaba ABC, tomaría forma gracias al «mármol para las estatuas, piedra de Estepa para la arquitectura, granito para los basamentos y bronce para los mascarones».

El monumento tendría que contar con un templete, una gran fuente e incluso esculturas alegóricas

Un conjunto monumental para homenajear a los Quintero en su tierra que nunca se hizo realidad, ya que tras muchas dificultades, finalmente sólo se ejecutó el tosco bloque de piedra donde están los bustos de los dos hermanos. Del templete, la fuente y las esculturas alegóricas, nunca más se volvió a saber.

¿Cuál fue la causa de que nunca se terminara este monumento? Pues como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones el problema fue el dinero , ya que no se recaudó lo suficiente para impulsar el monumento tal y como se había diseñado inicialmente.

El domingo 15 de diciembre de 1963 , casi siete años después de la colocación de la primera piedra, se inauguraba lo que se había conseguido levantar del monumento. El acto lo presidió el por entonces ministro de Sevilla, Pedro Gual Villalbí, y acudieron numerosas autoridades que ocuparon incluso una tribuna instalada especialmente para la ocasión. El lugar en el que se emplazaba el monumento había cambiado mucho, como indicaba la crónica de ABC sobre el acto «hace siete años era un escampado y hoy existe un bellísimo parque». Los ayuntamientos de Utrera y de Sevilla, el Casino Español de México, la Real Academia Española y la Sociedad general de autores de España, fueron las entidades que finalmente arrimaron el hombro económicamente para hacer realidad el monumento.

Sinceridad

El alcalde de Utrera, Alfredo Naranjo Batmale se dirigió a los presentes con una sinceridad que hoy sorprendería en los políticos, afirmando que «es cierto que no está terminado el monumento tal y como se proyectó. Hemos de reconocerlo, pero hemos de tener presente que se trata de algo superior a nuestras fuerzas . Si hubiéramos de terminarlo conforme a la maqueta y el proyecto, acaso no lo viéramos nunca en pie. Por mucho que se haya trabajado, por mucho que se haya esperado, por mucho que se haya pedido, la suscripción no dio para tanto».

El dinero no fue suficiente para terminar el monumento en aquel momento y las sucesivas corporaciones municipales que llegaron después no fueron capaces de terminar el proyecto inicial, cayendo poco a poco en el olvido . Incluso en torno al monumento se abandonaron algunas de los grandes bloques de piedra que debían dar vida al templete, que durante décadas estuvieron rodando por algunos enclaves de Utrera, sirviendo como elemento de juego para varias generaciones de utreranos, que se subían a ellas sin saber exactamente para que debían servir.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación