El militar que trajo el hospital a Utrera

Miguel Vaca pasó a la reserva del Ejército y se convirtió en un líder vecinal que movilizó a 22.000 ciudadanos en demanda de servicios públicos

Miguel Vaca, delante del hospital de Utrera que ayudó a levantar A. FLORES

ALBERTO FLORES

Los movimientos vecinales más importantes que se recuerdan en Utrera tuvieron lugar en los primeros años del siglo XXI . Había dos objetivos primordiales entre ceja y ceja , que a la postre terminarían cambiando la ciudad: por una parte la construcción de un hospital comarcal; y por otro la terminación de la autovía A-376, que conecta la localidad con la capital sevillana. Estos movimientos consiguieron presionar a las instancias políticas de la manera adecuada, y encontraron nada más y nada menos que en un militar retirado, el utrerano Miguel Vaca, al líder adecuado .

El momento clave llega en el año 1991 , cuando Miguel Vaca pasa a formar parte de la reserva del Ejército y tras haber vivido en varias ciudades españolas en su carrera militar,, decide volver a Utrera para afincarse con su familia. Vaca tenía claro que no iba a ser un jubilado de partida de dominó y lectura diaria del periódico, por lo que inició un nuevo camino como representante de los vecinos, en este caso a través de la Uter, la Federación de asociaciones de vecinos de Utrera, que presidió desde 1994 hasta 2006.

Movilización vecinal

Buen conocedor de los distintos mecanismos de la administración , aunó esfuerzos de los vecinos y fue capaz de movilizar a muchos presidentes de asociaciones de vecinos que en aquel momento sentían que era el momento de salir a las calles y reclamar la puesta en servicio de infraestructuras imprescindibles en Utrera. Vaca fue el catalizador de todas estas demandas que se hicieron realidad, gracias a su trabajo y el de muchas personas que se subieron al carro que comandaba.

La ciudad se echó a la calle, como nunca antes ni después, para demandar la construcción de un hospital comarcal y la terminación de la autovía Sevilla-Utrera , que la Junta de Andalucía tardó casi veinte años en terminar. La Uter, con Miguel Vaca al frente, organizó manifestaciones masivas y llegó a recoger más de 22.000 firmas, en una ciudad que en aquellos tiempos no llegaba a los 50.000 habitantes.

Se trata de movimientos vecinales que han quedado guardados en la memoria de numerosos utreranos, y que más de una década después se siguen utilizando como ejemplo de cómo se pueden conseguir las demandas ciudadanas de una manera pacífica.

Primera toma de contacto

«La verdad es que mi toma de contacto con el movimiento vecinal fue muy curiosa, ya que era paradójico ver a un militar como a mí al frente de una federación de asociaciones de vecinos, pero yo no tenía ningún tipo de intención política. Mi trabajo con la Uter fue muy positivo para mí como persona, ya que me ayudó a realizarme, además conseguimos cosas que hoy son impensables con las manifestaciones demandando la construcción del hospital y de las obras de la autovía», explica años después el utrerano.

La labor encabezada por Miguel Vaca y los representantes vecinales de la localidad surtió los efectos deseados y las autoridades tomaron buena nota de lo que estaba pasando en las calles. En 2006 se inauguraba el Hospital de Alta Resolución de Utrera, un centro sanitario que desde entonces se ha convertido en la referencia de la comarca y que ha evitado los desplazamientos de miles de utreranos a los hospitales de la capital.

En 2008, la Junta de Andalucía inauguraba por fin el último tramo de la autovía Sevilla-Utrera, un salto sin precedentes en el progreso para Utrera, ya que la acercaba a la capital, con un trayecto en coche de apenas veinte minutos. Con la labor cumplida, Miguel Vaca dejaba los movimientos vecinales en 2006.

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