Personajes
Manuel Matos, un ángel utrerano para aquellos que perdieron su voz
Desde los años noventa, este utrerano enseña a hablar a las personas que han sido operadas de la laringe
Cuando sólo tenía 35 años, la hasta entonces plácida vida del utrerano Manuel Matos, cambió de manera radical. Los médicos le detectaron un tumor en la garganta, que se convirtió posteriormente en la necesidad de extirparle la laringe, apagando la que hasta entonces había sido su voz. De la noche a la mañana, Manuel se quedó mudo , pero este irreductible utrerano no estaba dispuesto a que la enfermedad dijera la última palabra, por lo que comenzó a sacar fuerzas de flaqueza para buscar alternativas y encontrar una nueva voz que le permitiera comunicarse con el exterior.
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«En aquel momento —corría el año 1984—, la medicina no estaba tan avanzada como ahora, y yo pensé que no iba a salir de aquello. Estuve mucho tiempo ingresado, me quedé en sólo 40 kilos de peso y fue muy duro cuando comprendí que me había quedado sin voz», cuenta el propio Manuel. Tras unos primeros instantes complicados, en completa soledad, experimentando con su propio cuerpo, sin la ayuda de absolutamente ningún profesional en la materia, fue capaz de encontrar de nuevo su voz, utilizando el esófago y el estómago . En poco tiempo hizo tales progresos que cuando se presentó en una consulta de revisión, y a las preguntas del médico, comenzó a hablar y se armó la revolución en el hospital, donde no se explicaban cómo Manuel podía hablar si hacía muy poco tiempo le habían extirpado la laringe.
Complicado camino
Una vez que fue capaz de andar este complicado camino, al comienzo de la década de los 90, el utrerano decidió aprovechar su experiencia para ayudar a todas las personas que tenían que pasar por un trance tan complicado como debe ser perder la voz. Así, se puso en contacto con la sede en Utrera de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), y con la ayuda del Hospital Virgen del Rocío, le iban pasando las direcciones de las personas de Utrera que iban a ser operadas de laringe. «Entonces, lo que hacía era plantarme directamente en sus casas . Primero, simplemente utilizado mi ejemplo y mi forma de hablar, los animaba antes de la operación y, tras la misma, iniciaba las clases para que pudieran ser capaces de volver a hablar», cuenta este utrerano que ha sido en las últimas décadas el corazón de la asociación sevillana de laringectomizados y también de la federación andaluza.
Con el paso de los años, Manuel se ha convertido en el «ángel» de cientos de personas que han tenido que enfrentarse a un trance tan complicado como una operación de laringe, enseñando a recuperar su voz a cientos de personas de toda la comunidad andaluza. Ha convertido su ayuda a los demás en una parte fundamental de su vida, asegurando que «es una alegría muy difícil de describir la que siento cuando mis alumnos vuelven a hablar y se van de las clases de una manera muy distinta a como llegaron».
En la actualidad Manuel sigue enseñando a hablar a los enfermos de cáncer de Utrera
Corrían los años ochenta cuando este vecino tan querido en el pueblo estaba completamente convencido que la enfermedad que se había cebado con él le iba a privar de seguir disfrutando de muchas cosas bonitas de su vida, pero fue capaz de seguir adelante gracias a su fuerza de voluntad y capacidad de sacrificio, en un momento en el que explica que «no habría sido posible seguir adelante sin la ayuda de mi esposa, María del Carmen, que en aquel momento se volcó de una manera maravillosa conmigo . Sin ella seguramente habría tirado la toalla, tuve mucha suerte de tenerla al lado, al igual que a mis dos hijos».
Después de que una dolencia cardíaca acaecida a finales del año 2019 le haya obligado a relajarse un poco, Manuel ha bajado el ritmo, y ahora únicamente atiende a sus alumnos en Utrera, a donde vienen a buscarlo desde prácticamente todos los rincones. Y es que este utrerano, que tuvo una segunda oportunidad para seguir viviendo, la ha aprovechado de la mejor manera posible , convirtiéndose en la esperanza de todos aquellos a los que la razón les dice que tienen que enfrentarse a un mundo en que se acaban sus voces. Sonidos que Manuel, como el más importante de los magos, es capaz de rescatar desde lo más profundo de sus corazones.