Impulsan una campaña para la concesión de la medalla de oro de las Bellas Artes para María Jiménez

Juan Fernández Castro es un utrerano que ha demostrado una inusitada tenacidad cuando se propone un objetivo concreto. En 2007 consiguió que el entonces Príncipe de Asturias y ahora rey Felipe VI fuera nombrado hijo adoptivo de Utrera, protagonizando incluso una inolvidable visita a la localidad. Ahora se ha marcado otro objetivo, ya que ha iniciado una campaña para la concesión de la medalla de oro de las Bellas Artes a la conocida cantante María Jiménez. Un utrerano que cuando se propone algo, no para quieto hasta conseguirlo.

Este utrerano es en la actualidad secretario de la Cátedra de Flamencología de Utrera y tiene como principal objetivo que María Jiménez encuentre el «merecido reconocimiento a su importante carrera artística». Las armas de Juan son muy sencillas, ya que de lo único que dispone es de la pluma, el papel y el apoyo del resto de los ciudadanos. Por ello, ya se ha encargado de hacerle llegar al ministerio de Cultura una carta en la que expone todos los motivos para la concesión de esta distinción a María Jiménez. Una misiva que ha tenido respuesta por parte de la presidencia del gobierno de España, ya que el director del gabinete, Iván Redondo, firma una carta en la que asegura que «no dudamos que las administraciones competentes tendrán en cuenta a esta artista».

Juan Fernández Castro asegura que María Jiménez «ha sido símbolo de la liberación de la mujer en nuestro país y, con su temperamento artístico, nos ha acompañado durante varias décadas, haciéndonos disfrutar de la música española con su pasión y actuaciones de rumba, bulería y festera ». El utrerano explica que «desde muy pequeña, esta mujer y artista ha trabajado y sufrido los avatares de la vida, y de la nada supo labrarse una carrera artística, transmitiendo la cultura del folclore más allá de nuestras fronteras».

Una petición que por el momento está contando con un importante en una localidad que le guarda mucho cariño a María Jiménez, en una campaña iniciada por un utrerano que además de conseguir que el Príncipe de Asturias fuera nombrado hijo adoptivo de Utrera , también consiguió en su día que numerosas empresas y personalidades colaboraran económicamente con la restauración de la valiosa iglesia del convento de las Madres Carmelitas.