Sucesos
El hijo de Los Galindos pide la colaboración de los utreranos para destapar el nombre del asesino
Juan Mateo Fernández de Córdova incluso ha habilitado un apartado de correos para el envío de anónimo de información
La casa Surga de Utrera ha acogido la presentación del libro de Juan Mateo Fernández de Córdova «El crimen de Los Galindos: toda la verdad», un trabajo literario en el que ha plasmado toda su visión de lo que ocurrió aquel aciago 22 de julio de 1975 en el que fueron asesinadas cinco personas en el término municipal de Paradas, un suceso que conmocionó a todo el país por su inusitada violencia. Un crimen que nunca pudo ser resuelto, que el autor de este libro, explica que fue cometido por «una sóla persona, que fue la que mato a los cinco y tengo que decir que lamentablemente era de Utrera».
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De esta manera Fernández de Córdova considera que Utrera es uno de los escenarios más importantes para poder resolver o al menos entender este crimen, que terminó prescribiendo en el año 1995, sin que nunca se llegara a celebrar juicio alguno, ya que ni siquiera existían sospechosos. Así, ante el auditorio que se congregó para escuchar sus reflexiones, el autor de este libro explicó que «también tengo interés en hacer la presentación de la obra en Paradas –el lugar donde se cometió materialmente el crimen-, pero lo cierto es que a día de hoy la investigación está en Utrera y por eso hoy estamos aquí, porque para mí es vital hablar con la gente de Utrera para poder seguir avanzando».
Los utreranos que crean tener información sobre el asesino pueden escribir al apartado de correos 10.040
Desde que ABC de Sevilla destapara las revolucionarias tesis sobre este crimen que Fernández de Córdova plasma en el libro, el asunto ha generado mucha expectación y el propio autor desvela que han sido una treintena de personas las que se han dirigido a él a través de correos electrónicos para aportarle datos o comentar diferentes aspectos de la investigación. Con el objetivo de seguir recabando datos que puedan confirmar su teoría, el autor del libro explicó en la presentación en Utrera que ha creado un apartado de correos –concretamente el 10.040-, para que «todos aquellos que quieran, sobre todo la gente mayor, pueda aportar más datos desde un total anonimato, ya que indudablemente el correo electrónico deja un rastro ». Así, se puede decir en cierta manera que Fernández de Córdova pidió ayuda a los utreranos para poder seguir avanzando en la investigación de este turbio asunto.
Tal y como explicó en este acto y ya ha hecho en varias ocasiones, Juan Mateo está convencido de que todas las personas que murieron en el crimen de Los Galindos eran inocentes y que todas fueron asesinadas por la misma persona, que según el autor del libro era de Utrera. Un asesino para el que utiliza el nombre figurado de Curro, asegurando que «vivía en Utrera y que tenía familia».
«No he buscado fama ni dinero con este libro, mi intención ha sido contar una verdad»
Lógicamente se trata de un libro que ha cambiado radicalmente el paradigma de lo que hasta el momento se intuía que había podido suceder en el tristemente famoso cortijo. Fernández de Córdova aclaró en la presentación realizada en Utrera que no ha escrito este libro «ni por dinero ni por fama, lo único que he intentado ha sido contar una verdad, que ha terminado rompiendo a mi familia , ya que actualmente no tengo relación con mis hermanos». Al mismo tiempo, Juan Mateo resaltó que «para mí la presentación de hoy es la más importante, para que así la gente de Utrera se entere de cosas extrañas que hubo en aquella época».
Con respecto al móvil del crimen, Juan Mateo volvió a reiterar que «se cometió para tapar un escándalo de índole económico que se estaba produciendo en La Coduva , una cooperativa de Utrera a la que se llevaban las aceitunas que se producían en la finca de Los Galindos», mientras que en relación a la identidad del posible asesino pidió la colaboración de los utreranos, explicando que «era un trabajador que todavía no puedo decir donde trabajaba, necesito un poco de apoyo para avanzar más».
En cierta manera el crimen de Los Galindos ha quedado como uno de esos ejemplos de crimen perfecto, ya que según el autor de este libro «se produjeron muchas casualidades que impidieron a la Guardia Civil hacer una investigación tal y como se debería haber hecho». El autor, que tenía 15 años cuando se cometió el crimen , está convencido de que la investigación realizada en aquel momento «fue un auténtico desastre y deberían dar conferencias para ponerla como ejemplo de lo que es una mala investigación».