UTRERA
La antigua sinagoga judía, en el Niño Perdido
La calle utrerana pudo acoger hace varios siglos un templo, pese a que los judíos de la época eran conversos
Paredes encaladas , macetas con bellos geranios colgadas en las paredes, una enigmática cruz de hierro y una concha labrada en la piedra que bien puede ser una señal para los peregrinos del Camino de Santiago.
Si estos no son ingredientes suficientes para que caminar por el callejón del Niño Perdido de Utrera sea un ejercicio sumamente atractivo e incluso con sus dosis de misterio, añadámosle la posibilidad de que hace muchos siglos pudiera haber existido en este enclave una sinagoga judía. No hay duda de que el cóctel que hemos creado tiene aspecto de saber muy bien .
Esta calle, cargada de historia y situada en pleno centro de la localidad, ocupa un lugar muy importante en el corazón de los utreranos, siendo además uno de los lugares que por su singularidad, más atrae a los visitantes . Un lugar en el que se puede entrar en contacto con otros tiempos, siglos en los que la ciudad cerraba sus puertas cuando llegaba la noche y los habitantes se perdían por sus estrechas calles.
«No tenemos las pruebas para poder demostrarlo aún, pero existen muchos indicios que nos hacen pensar que en el Niño Perdido hubo una sinagoga judía . Es necesario la realización de un estudio en profundidad para poder salir de dudas, en caso positivo sería algo muy importante porque en España solo existen cuatro sinagogas medievales», afirma Pepa Rull , de la fundación Be Sefarad , una organización que tiene como objetivo dar a conocer el legado que dejaron todos los judíos que vivieron en España.
Investigación arqueológica e histórica
El Ayuntamiento de Utrera ya ha mostrado interés por ahondar un poco más en este apasionante tema histórico, por ello hace algunos meses anunciaba la compra del inmueble ubicado en el Niño Perdido donde se presume que podría estar ubicada esta sinagoga, aunque por el momento no se ha iniciado la investigación histórica y arqueológica que podría determinar este aspecto.
Es momento de interpretar datos y de hacer volar la imaginación para dibujar cómo podría ser en su día esa judería utrerana, como era la vida en ese callejón tan singular por el que cada día pasan cientos de utreranos y los foráneos se paran a hacerse una foto.
En este sentido, recientemente Be Sefarad ha organizado en la localidad una actividad integrada en las J ornadas Europeas de la Cultura Judía, donde todos los asistentes han podido conocer de primera mano como fue la Utrera judía y además han tenido la oportunidad de viajar en el tiempo escuchando música de dicha época, a través de la pieza «El viaje del sabio sefardí».
«En Utrera había muchos judíos que se convirtieron al cristianismo para escapar de la expulsión , pero que después en la intimidad de sus hogares seguían siendo judíos. La judería de Utrera, entre la que se encontraba el Niño Perdido, era muy importante, por eso estamos muy ilusionados con el proyecto, para poder explicar a todos los utreranos cual es el legado que dejó este pueblo », apunta Rull.