Sociedad

El adiós a toda una vida elaborando los churros más famosos de Utrera

El utrerano Paco «el de los churros» se jubila tras 50 años haciendo las delicias de los amantes de este producto tan típico

El utrerano Francisco Díaz ha regentado durante 34 años su churrería en la plaza de la Constitución A.F.

Alberto Flores

Cinco décadas detrás de una barra dan para muchas historias, para convertirse en un clarividente analista de lo que sucede en la sociedad más cercana simplemente escuchando lo que se dice en tu bar y por supuesto para ser una persona tremendamente querida en Utrera. Después de 50 años en el mundo de la hostelería , en establecimientos como el Bar Quiosco El Lara, Bar Norte, Bar Gallina y 34 años regentando su propia cafetería-churrería en la plaza de la Constitución, Francisco Díaz -Paco el de los churros-, cuelga el mandil y se jubila.

«Mis hijos han estudiado y no quiere ninguno de ellos quedarse con este negocio, por lo que vamos a traspasar el establecimiento», explica este conocido utrerano quien asegura que «voy a ayudar en todo lo posible a la persona que se va a quedar con el bar, para que en la medida de lo posible la clientela pueda seguir sintiéndose en casa. Sólo pido un poco de paciencia porque todo el mundo precisa de un periodo de adaptación».

Paco llegó a tener en su establecimiento hasta 80 veladores repletos de público para degustar sus churros

Paco es un trabajador nato, un auténtico superviviente que ha sido capaz de torear las diferentes crisis económicas que han coincidido con su trayectoria profesional. Junto al histórico Bar El Bosque fue durante muchos años santo y seña de un rincón tan utrerano como es la plaza de la Constitución , en un enclave en el que en los buenos tiempos llegó a tener 80 veladores y 10 trabajadores a su cargo.

A la hora de determinar cuál ha podido ser el secreto para regentar un negocio tan exitoso y con una parroquia tan fiel durante tantos años de manera continuada, Paco lo tiene muy claro, al explicar que «esto no tiene ningún misterio, la clave es la constancia, no hay otra historia. Nadie nace sabiendo nada si no hay alguien que te ayude, como fue en mi caso. Como todo en la vida, esto tiene su aprendizaje ». Por ello, Paco confiesa con mirada traviesa que «los primeros churros que yo hice me daban la gente con ellos en la cabeza, porque literalmente no se podían comer, ya después poco a poco fui aprendiendo y la cosa fue yendo a más».

Productos estrella

Y es que precisamente los churros, el chocolate y el café han sido los productos estrella del negocio que ha regentado Paco junto a su familia a lo largo de las últimas décadas. Mercancías que han hecho célebre su establecimiento en toda la comarca , recibiendo visitas de personas procedentes de Sevilla, Dos Hermanas, Mairena del Alcor, Las Cabezas o Lebrija.

Por ello, ahora que echa la vista atrás y contempla lo que ha sido una trayectoria repleta de buenos momentos con sus clientes -algunos de ellos convertidos en la actualidad en casi miembros de la familia-, Paco es capaz de esbozar una sencilla pero sentida despedida: «Gracias a Utrera y a todos los que han venido a mi casa por haberme dado su confianza durante tantos años y hasta luego». Sin lugar a dudas Paco es uno de los nombres imprescindibles de la hostelería de Utrera, al que muchos van a echar de menos, por su profesionalidad, sencillez y simpatía, pero sobre todo por sus exquisitos churros elaborados con maestría durante décadas.

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