Turismo

El turismo de interior, una opción que gana adeptos en la provincia de Cádiz

Los establecimientos rurales se alzan como alternativa a los hoteles de sol y playa, históricamente muy demandados por los turistas

El turismo rural en la provincia de Cádiz, al alza

Cortijo Los Agustinos en Los Arcos L. V.

La provincia de Cádiz ha sido históricamente un destino turístico de sol de playa. Anualmente miles y miles de visitantes llegan a las costas gaditanas para disfrutar de las playas de arena blanca y agua cristalina. No obstante, la región ofrece multitud de destinos únicos en su interior, un turismo rural que año a año gana más adeptos. Por ejemplo, el pasado mes de septiembre se daba a conocer que hasta el 31 de agosto, la sociedad pública Tugasa, que administra la red de hoteles y casas rurales de la Diputación de Cádiz, promedia en el año 2024 un índice de ocupación del 53,09%, mejorando las cifras del pasado año cuando se obtuvo una media del 41%. La evolución es también notoria en la cifra de pernoctaciones: en el presente ejercicio -de enero a agosto- se contabilizaron 25.543, que han superado ampliamente las 19.726 del año 2023.

Hace dos años y medio, en Arcos de la Frontera, nacía el cortijo Los Agustinos, un alojamiento «exclusivo» y que pretende «unir un poco la tradición dentro del diseño y el alojamiento de lujo». El establecimiento se encuentra ubicado dentro de una finca de 65 hectáreas, en un olivar centenario dónde «hacemos nuestro propio aceite ecológico», pero «hemos mantenido dentro un cortijo tradicional pero transformado por un arquitecto suizo con un diseño vanguardista».

El gerente del cortijo, Fabrice Edelmann, afirma en LA VOZ que «queremos atraer a una clientela que quiera descansar, que quiera conocer el interior y que quiera tener un punto de partida para conocer así el interior de la provincia de Cádiz, que quizás es menos conocido que sus playas y su costa».

El turismo de interior de la provincia de Cádiz compite contra el tradicional destino de sol y playa. «Nos tenemos que diferenciar», asegura Fabrice. «Hay un altísimo potencial en el interior de la provincia de Cádiz, con sus pueblos blancos y los parques naturales, hay una gastronomía muy rica y unas tradiciones muy interesantes, es una zona muy rica», y a pesar de que «en un pasado no ha sido tan potenciada como el sol y la playa, creo que hoy hay una política en esa dirección, y todos tenemos que remar en esa dirección».

«Queremos atraer no solo al turismo nacional, sino al internacional para que conozcan el interior», reconoce.

El perfil del turista en el cortijo es «diverso». «Tenemos turistas nacionales e internacionales, depende de la época, hay algunos meses dónde tenemos más visitantes nacionales y otras épocas dónde tenemos más turistas internacionales».

A pesar de ser un complejo hotelero en el interior de la provincia de Cádiz, la temporada alta transcurre «a partir de mayo hasta mediados del mes de octubre aproximadamente», aunque «es verdad que en pleno mes de agosto baja un poco la intensidad del turismo internacional por las altas temperaturas, aunque debo decir que nosotros, al estar en un medio rural, en medio del olivar, no tenemos el mismo calor que en medio de un pueblo, estamos un poco resguardados«.

En palabras de Fabrice, el cliente busca en el cortijo «algo diferente y que quizás no haya en los cortijos tradicionales».

«Nosotros hemos optado por un diseño vanguardista y moderno de diseño, es un cliente que busca parte de la estética, en un cliente que busca el descanso, estamos en un medio rural con muchísima tranquilidad y exclusividad. Es una finca dónde el alojamiento está resguardado de vecinos, estamos fuera de un núcleo urbano«, destaca.

Por último, y a pesar de tener una vida corta, de solo dos años y medio, «tenemos quizás menos perspectiva para analizar la evolución en el turismo de interior, pero vemos que tenemos una tendencia positiva con un crecimiento de la clientela».

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios