Narcotráfico Cádiz
Tiroteado en Sanlúcar en un enfrentamiento entre bandas de narcos
Un hombre resulta gravemente herido tras recibir varios impactos de bala al ser disparado con un fusil. La Policía Nacional se encuentra investigando los hechos
Se recrudece la violencia y la actividad del narco en toda la desembocadura del Guadalquivir

Si la situación del rastro que deja el narcotráfico ya era complicada en la Costa Noroeste de Cádiz y, con mayor impacto y de forma más virulenta, en la zona de la desembocadura del Guadalquivir, parece que en las últimas semanas esta situación está yendo a peor. La incesante actividad del narco en este 'punto caliente', en la ruta del hachís que une el estuario y las marismas de Sanlúcar con el interior de la península, va preocupantemente en aumento. Y en los últimos días varios sucesos lo están dejando caer como si de un nuevo aviso se tratara.
El último lo ha podido conocer este periódico. Y de nuevo parece sacado de otra película. Pero vuelve a ser real. Así lo confirman las diversas fuentes consultadas. Un hombre resultaba este martes gravemente herido en Sanlúcar tras recibir varios impactos de bala al verse envuelto en un enfrentamiento entre bandas que se dedican a hacer alijos de droga en esta zona.
Los hechos sucedían de noche y al parecer este hombre, de origen magrebí, recibía varios impactos en diversas partes de su cuerpo, al ser tiroteado con un arma larga, un fusil. Tenía que ser operado de urgencia en el hospital comarcal, donde permanece ingresado.
Las circunstancias en las que se produjo la brutal agresión apuntan a que todo pudo tratarse de un asunto entre redes que se dedican a alijar hachís por la zona. Unas fuentes apuntan que fue disparado desde un todoterreno negro cuando se encontraba en el exterior de un conocido establecimiento de comida rápida y otras aseguran que sucedió cuando se estaba realizando una descarga de droga por el río.
Pero, de una forma u otra este individuo al que, al parecer sus agresores buscaban para que les dijera dónde se encontraba una carga de droga, fue cosido a tiros. Unos disparos que se hicieron con un arma larga, un arma de guerra. De una potencia y letalidad suficiente y probadamente peligrosa. Solo la fortuna hizo que este ataque no le costara la vida.
Recibidos a tiros, atropellados, un arsenal...
Pero estos no han sido los únicos episodios de esta cadena del delito en los últimos días. Justo este jueves la violencia del narco volvía a dejar su sello cuando se producía un tiroteo entre policías y traficantes en una 'guardería' de droga en Lebrija en el momento que aún de madrugada los agentes entraban a desmantelar esta red y detener a sus presuntos responsables. Eran recibidos a tiros. Literalmente. Con escopetas. Los policías pudieron repeler el ataque pero la situación fue crítica.
Y aunque esto pasaba a kilómetros de la provincia de Cádiz la investigación partía de Rota, presumiblemente, a raíz de otro alijo ejecutado en este triángulo del narcotráfico, ya que playas como Punta Candor o Costa Ballena también se han convertido en puntos negros de estos desembarco de cientos de kilos de fardos, mercancía que, una vez descargadas de las potentes lanchas, se llega a guardar lejos para esconderla y evitar que sea interceptada. Por los agentes o por otras bandas 'rivales'.
Pero además también hace una semana, y tal y como contó también este periódico, un agente del Servicio Marítimo de la Guardia Civil era tirado al agua por otro supuesto narco cuando el agente intentaba salvarle la vida tras haberlo interceptado junto a otras personas haciendo otro alijo, ahora, en la zona de Salmedina, un arrecife situado en el estuario a la altura de Chipiona. Este supuesto delincuente no tuvo escrúpulos en arrojar al mar al guardia civil que estaba impidiendo que le diera una hipotermia o que se ahogara.
O también recientemente, y también en Sanlúcar (en Monte Algaida), el conductor de un BMW X5, intentaba arrollar a tres agentes de la Policía Nacional cuando éstos en el marco de una investigación le interceptaban y daban el alto.
El coche del sospechoso llevaba veinte fardos de hachís y aceleró contra ellos cuando le cruzaron la patrulla con tanta fuerza que el Focus que los agentes conducían quedó destrozado y sus piezas saltaron por el aire. Los policías tuvieron que apartarse de su camino por segundos para no ser atropellados y otro de ellos salir del interior del coche para que el todoterreno no se lo llevara por delante.
Posteriormente, tras su detención y el registro que se efectuó, los agentes encontraron en su vivienda fusiles, subfusiles, pistolas, revólveres, escopetas... todo un arsenal que vuelve a dar muestras de que esta violencia es un hecho.
Justamente este viernes el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska ha destacado en Sevilla el Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar como «un modelo de eficacia policial en la lucha contra el narcotráfico que ha traspasado fronteras». Durante la inauguración de la nueva comisaría del Distrito Sur en la capital hispalense, el ministro ha afirmado que la aplicación del plan, iniciado en julio de 2018, «marca el camino para avanzar en la lucha contra el crimen organizado en Europa».
Y mientras el ministro insiste en que esta iniciativa no solo se mantiene activa en la zona del Estrecho sino que la han reforzado en toda la provincia y a otras limítrofes, asociaciones de guardias civiles, sindicatos policiales, fuerzas judiciales como la propia Fiscalía Antidroga y organizaciones contra la lucha del narcotráfico alertan de que la situación sigue siendo «muy preocupante» y que faltan «más y mejores medios» en todas las áreas y más aún, en lugares como la desembocadura del Guadalquivir. En un momento, además, que coincide con el desmantelamiento del grupo especializado Ocon Sur, la unidad de la Guardia Civil que se creó hace cuatro años para combatir a estos delincuentes de la droga y el blanqueo.