INDUSTRIA
El suelo de Zona Franca atrae a hoteles y a industrias vinculadas con la eólica-marina
Las parcelas que rodean a los antiguos terrenos de Ibérica AGA, donde se desarrolla Incubazul, son el nuevo atractivo de inversión en la capital
El recinto exterior se pone en órbita con la posibilidad de bloques de pisos en el antiguo solar de Navalips
La inauguración a mediados de diciembre de las nuevas instalaciones de la firma Oesía, en el recinto interior de la Zona Franca de Cádiz, eran un ejemplo claro de que el recinto fiscal estaba en plena ebullición. La presencia de Oesía supone la sexta empresa que se instala en la Zona Franca de la capital en poco más de un año.
Desde luego no será la última. De hecho, el propio delegado de la Zona Franca de Cádiz, Fran González, avanzó hace dos semanas, en el tradicional desayuno navideño con la prensa, que se habían puesto las bases para la llegada de nuevas inversiones a la capital. Es decir, se ha abonado el terreno para facilitar un nuevo goteo de empresas a lo largo de 2023 con capacidad de generar empleo. Este periódico ha podido saber que tres grandes proyectos de inversión planean sobre el suelo industrial de la Zona Franca. Se trata de ofertas embrionarias que están sobre la mesa para estudiar la implantación de una cadena hotelera y la puesta en marcha de una factoría vinculada con el sector eólico-marino. El suelo disponible también ha despertado interés de empresas encargadas de la gestión de centros para mayores. Estos tres proyectos de inversión de la iniciativa privada se complementan con una nueva posibilidad que ha surgido para dar uso al solar de la antigua Navalips, en el recinto exterior, junto al estadio Nuevo Mirandilla, antiguo Carranza. La Zona Franca y el Ayuntamiento de Cádiz ven con buenos ojos que los terrenos deNavalips, antigua factoría dedicada a la construcción de hélices para los barcos de astilleros, se destinen a viviendas. Esta actuación urbanística obligaría a una modificación puntual del actual PGOU de la capital.
Este es el nuevo panorama que se vislumbra a medio y largo plazo sobre uno de los suelos industriales más productivos de la Bahía de Cádiz.
Venta de parcelas
La Zona Franca sacó a la venta el pasado agosto dos parcelas con la posibilidad de usos terciario, industrial, hotelero y dotacional. Esta es la clave de las nuevas inversiones que se avecinan en la capital.
Las dos parcelas que salieron al mercado y que comercializan los técnicos de la Zona Franca se ubican en los alrededores del antiguo solar que ocupaba Ibérica AGA y que albergará el proyecto de Incubazul. La operación, en esta unidad de actuación, tiene como principal referente el amplio espacio dedicado a la Zona Base y su incubadora de proyectos sostenibles, uno de los referentes en el desarrollo de esta institución. Este nuevo proyecto se encuentra justo a la entrada de la ciudad por el puente Carranza, lo que permitirá una mejora visual del entorno.
Los terrenos también han despertado el interés de empresas relacionadas con la gestión de centros de mayores
El mínimo aprovechamiento que tiene este medio millón de metros cuadrados en la entrada a Cádiz, del que apenas el 8% es propiedad de la Zona Franca, es uno de los problemas eternos que tiene la capital a la hora de recuperar su pulso industrial. Precisamente este es uno de los puntos que ha incluido en su hoja de ruta de 2023 el actual equipo gestor de la Zona Franca de Cádiz. La entrada a la capital por el puente Carranza no puede seguir por más tiempo con la imagen que exporta de chabolismo industrial y, por ello, se han trazado actuaciones para preparar el terreno y favorecer nuevas inversiones que contribuyan a dibujar un nuevo paisaje.
Una de las parcelas que se ha puesto a la venta incluye el histórico edificio de Ibérica AGA, protegido por la Junta, con 1.207 metros cuadrados y una edificabilidad de 4.077 metros en la calle Gibraltar ; la otra da a la calle Algeciras con 2.527 metros cuadrados de parcela y 8.156 metros de edificabilidad. La oferta pública prevé que la venta se ratificará tras las obras de urbanización de estos terrenos, cuyo plazo de ejecución es de 8 meses. Es decir culminará en la primavera de 2023.
La implantación del proyecto Zona Base y su incubadora de Economía Azul (Incubazul) suponen un punto de partida para la planificación global y el desarrollo del polígono exterior y servirá de revulsivo y modelo para la reordenación integral del polígono exterior. El proyecto Zona Base Cádiz y su incubadora de Economía Azul nacen para atraer industria 4.0 y generar un espacio de oportunidad para el talento gaditano. Así, el Consorcio apuesta por un modelo de economía sostenible y respeto al medio ambiente que conecte todo el potencial marino de nuestra provincia con nuevas estrategias de negocio que generen riqueza y empleo. La primera convocatoria se abrió en febrero y entraron ocho proyectos que quisieron formar parte de su programa de aceleración empresarial. Tras la segunda convocatoria, cerrada el pasado septiembre, entraron otras 15 startups, sumando en total 23. El Consorcio de la Zona Franca de Cádiz ha abonado, por tanto, el terreno a lo largo de los dos últimos años para recibir nuevas inversiones.
El recinto fiscal espera así la llegada de inversores a la Bahía a partir de este enero para ocupar suelo industrial. Para ello, la dirección del recinto aduanero ha tenido que urbanizar y mejorar las infraestructuras básicas de varias parcelas del recinto interior para hacerlas más atractivas a la inversión privada. Al margen de los proyectos industriales que planean sobre el recinto fiscal, una de las grandes actuaciones que se prepara y que cuenta con el apoyo directo del ayuntamiento gaditano es, precisamente, la ocupación del solar de Navalips para levantar bloques de pisos. No es una idea descabellada, sobre todo, en un casco urbano con necesidad de vivienda.
Cabe recordar que el solar de Navalips estaba reservado para albergar un centro metropolitano de espectáculos, anteriormente llamado plaza de toros multiusos, sin embargo, ahora no se descarta una operación urbanística para la construcción de pisos. Para el solar que ocupara durante décadas una empresa dedicada a la fabricación de hélices para barcos, la Zona Franca está pilotando una operación en la que tendrían que participar distintas administraciones para llevarla a buen puerto, pero para la que ya se han dado algunos pasos muy importantes.
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