SIERRA SUR

Un voluntario en la isla de Kos: «Todos los refugiados quieren volver a su país»

El gilenense Eusebio Joya ha participado con la ONG Acción Planetaria en el rescate de refugiados que huyen de la guerra

A Eusebio Joya su experiencia con los refugiados le ha cambiado la vida B.M.

BORJA MORENO

Plantar un pie en alguna de las islas griegas supone todo un periplo para las miles de personas que tratan de escapar a diario de los efectos de la guerra en Siria. Para los que lo consiguen hacer sanos y salvos, los más afortunados, comienza un nuevo calvario en el que el tiempo parece congelarse. «En sólo tres días llegaron unas 10.000 personas, a una isla que tiene 30.000 habitantes», explica Eusebio Joya , un vecino de Gilena que ha vivido en primera persona los efectos de «tener que huir de tu casa y de tu país».

Junto a ocho voluntarios de la ONG Acción Planetaria , el gilenense ha permanecido durante una semana en la isla de Kos . «Es la isla más cercana a Turquía , está a veinte kilómetros de su frontera. Es uno de los puntos principales por el que llegan los refugiados a Grecia », explica. Y en este viaje juegan un papel fundamental las mafias.

«Les venden que les van a llevar a Italia , y luego los dejan a su suerte». De vuelta a la tranquilidad de su pueblo natal advierte: «Están sufriendo la mayor desgracia que nos puede pasar. No podemos abandonarlos ».

Eusebio Joya resalta cómo sus vecinos y el apoyo de Gilena han estado con él en todo el proceso de este viaje. «No sólo me han ayudado, sino que han mostrado mucho interés por la situación que viven los refugiados ». En ese sentido uno de los mayores valores de los voluntarios que viajan para colaborar en campamentos como el de Kos es el de compartir su experiencia.

«Quiero dejar muy claro que la mayor parte de las personas que atendimos son exactamente iguales que nosotros. Son gente muy bien formada, con un nivel cultural e intelectual alto , que vivía con sus familias en casas normales y con profesiones de todo tipo». Asegura que es lo que más le ha impactado.

«Nada tiene que ver con las imágenes que nos quieran vender. Son gente como nosotros que se ven encerrados en un campamento. Atrapados en una isla sin salida ni para un lado ni para otro». Los sirios con menos recursos incluso lo tienen peor.

Durante la semana que ha estado con sus compañeros de Acción Planetaria han tenido la oportunidad de hablar con infinidad de refugiados. La ONG se encarga principalmente de prestar asistencia bucodental, «ya que comenzó gracias a un grupo de dentistas solidarios» explica; y también psicológica, «que es fundamental en muchos casos».

Además de montar un hospital de campaña en el campamento donde trabajan junto a otras ONGs , han viajado por la isla para atender a los refugiados que se alojaban en los hoteles dispersos por Kos. «Hay que tener claro que no vienen a invadirnos . Si hay un deseo común entre ellos es el de poder volver algún día a su casa, a su país », resalta.

Un ejemplo que deja claro el tipo de personas que conforman esta diáspora siria es su forma de actuar ante «la peor de las desgracias». Entre las personas que llegan a la isla hay familias destruidas «por la muerte de uno o varios miembros».

Otras están divididas «varios han podido quedar atrapados en la frontera de Turquía y otros han llegado a Grecia. Todos esperan reencontrarse, pero nada se lo garantiza». Y entre esas personas cansadas, asustadas y completamente desorientadas «hay miles de niños». Eusebio Joya destaca el elevado número de niños y jóvenes que viven solos en la isla: «Muchos han podido huir gracias a los últimos esfuerzos económicos de sus padres . En ocasiones hay hermanos que acaban en Grecia mientras otros llegan a Alemania».

La mayoría de las personas que llegan huyendo a islas como la de Kos son sirios, pero también llegan de Pakistán, Afganistán, Kurdistán o Palestina. «La Unión Europea y la ONU sólo tienen como país en guerra a Siria, y los sirios son los únicos que pueden pedir asilo político. Para mi todos ellos son refugiados que huyen por diversos conflictos» , resalta. Y explica como la guerra de Siria se ha solapado c on otras rutas de inmigrantes que ya existían . «En España y en Europa hemos vivido la guerra. No deberíamos olvidar lo que es. Todos podemos padecer experiencias dolorosas, desgracias familiares o problemas de salud, p ero ésto es lo peor que le puede pasar a alguien» , dice.

Bajo la reducida información que llega a Europa quedan ocultas muchas cosas de especial gravedad: viajes para alcanzar Europa donde se arriesga la vida a diario, con el temor a asesinatos, robos y hasta violaciones; intentos de suicidios por desesperación o la más absoluta soledad al estar a salvo, entre otros .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación