Un viaje en el tiempo tras la puerta de los conventos de Carmona

La visita a un convento es un viaje en el tiempo y la introducción a una atmósfera muy distinta a la del mundo actual. Enclavados en las ciudades, funcionan como una cápsula del tiempo y de la conciencia hacia un lugar que tiene otras medidas distintas a las del entorno que lo rodea. En Carmona hay dos de esas cápsulas que pueden visitarse este domingo. Una de ellas, con el añadido de tener dispuesta de forma temporal una exposición en la que saca a la luz los tesoros de su clausura.

El convento de Madre de Dios está junto a la Plaza de San Fernando. Su iglesia se ha convertido en sala de exposiciones para mostrar las piezas más relevantes acumuladas en la historia de un cenobio que ocupa este solar desde 1520. El templo funciona aquí como espléndida arca en la que engastar las joyas de su patrimonio. La iglesia es un acabado ejemplo del mudéjar conventual sevillano, revestido luego por una profusa ornamentación barroca. Artesonado de madera, cúpula de media naranja en el presbiterio, altares y hornacinas con imágenes de culto, cuadros inspirados en Zurbarán enmarcados por yeserías y un buen altar mayor en estilo barroco.

En la iglesia se han dispuesto piezas que en su conjunto permiten acercarse al intramundo de un convento, pequeñas tallas de devoción íntima como los niños Jesús para vestir, valiosos documentos sobre la gestión o un buen ajuar litúrgico. Además varias imágenes de mayor tamaño y valía artística. Es el caso de un Santo Domingo de Guzmán del siglo XVI vestido con un espléndido hábito bordado dieciochesco, una Virgen de la Encarnación del siglo XVI y del círculo de Jorge Fernández Alemán, o una curiosa talla de la Beata Juana de Aza.

Muy cerca, está el convento de Santa Clara, que también puede visitarse. Aquí es posible adentrarse en tres ámbitos. La iglesia con una «pasarela» de moda de la época en los trajes de las santas que aparecen en los cuadros que decoran el templo y que están inspirados en Zurbarán . El enorme claustro, blanco de cal y con hermosas hornacinas decoradas con yeserías y la torre mirador. En esta parte del edificio se ha habilitado un museo de la clausura en el que se exhiben tanto obras de arte, espléndido el nazareno que se muestra, como elementos de la vida cotidiana de la clausura. Es el caso por ejemplo de los arcones que llevaban consigo las monjas que ingresaban en el convento y en los que guardaban su ajuar. Además pueden adquirirse los deliciosos dulces del obrador del convento.

Madre de Dios puede visitarse este domingo de 11 a 14 y de 16:30 a 19 horas.

Santa Clara abre de 11 a 14 y de 16 a 18 horas.