Agricultura
El verdeo en Arahal, corazón de la aceituna: más pendientes del Covid-19 que de los precios
Los agricultores estudian las medidas de seguridad específicas a tomar en el transporte y en el tajo para evitar parar la campaña de recogida de aceitunas a causa de posibles rebrotes en las cuadrillas
La campaña de verdeo Arahal , el pueblo considerado con más producción de aceituna de mesa del mundo, se presenta con incertidumbre . Este año los agricultores están más pendientes de los rebrotes de la pandemia de Covid-19 que del precio de la aceituna. La cosecha es de media a baja pero de calidad y, posiblemente, comience más pronto que en años anteriores.
Los agricultores están durante este mes informándose sobre las medidas de seguridad que deben tomar en la próxima campaña de verdeo. Principalmente en el transporte de los trabajadores y la recogida en un banco en el que es más difícil mantener la distancia de seguridad.
Hay muchas posibilidades, según cuenta Francisco Manuel Fernández, agricultor que se ha unido a otros para realizar un vídeo en el que informarán en las redes sociales sobre las medidas de seguridad para evitar el contagio que deben tener muy en cuenta en la campaña
«Los agricultores deben ser conscientes de que si hay algún contagio en la cuadrilla se paralizará la recogida de aceitunas dos semanas mínimo lo que afectará también a los trabajadores que tienen que reunir las peonadas», explica. Y la maduración en las dos variedades más abundantes en el municipio, manzanilla y gordal, se acelera en función a la temperatura por lo que este posible retraso afectaría negativamente a su campaña.
En este sentido, tienen que dejar claro el uso de la mascarilla pero también hay que tener en cuenta que en la mayoría de las cuadrillas van trabajadores que pertenecen a la misma familia. Es decir, hay parejas recogiendo aceitunas formadas por padres y madres con hijos o hijas, matrimonios, hermanos que están todo el día en casa juntos.
«Necesitamos saber cómo pueden ir en el coche que los lleve al tajo , cómo nos tenemos que organizar a la hora de comer o de poner a las parejas en el banco juntas», dice Francisco Manuel Fernández.
Preocupa no saber cómo actuar
Igualmente, en la cooperativa Labradores de La Campiña , que reúne a más de 350 agricultores de la localidad , han tratado el tema en la última reunión de su Consejo Rector. « Hay más incertidumbre por el Covid que por los precios . Los precios no nos preocupan, pero no saber cómo actuar y qué hacer para evitar los contagios, sí», asegura Francisco Humanes, presidente de esta cooperativa.
Para otro agricultor, Francisco Rodríguez, lo mejor es «tomárselo con calma, salvo que haya rebrotes». Este agricultor dice que básicamente hay que poner en marcha un protocolo «evitando relajamientos».
Entre las medidas que se pueden llevar a cabo en el tajo, citadas por este agricultor, están la de marcar las patas de los bancos y las espuertas que toca cada pareja, el cambio de guantes para quien carga y descarga los bancos, en el coche todos con mascarillas y, a la hora de comer, «cada uno por su lado», además de llevar desinfectante. «Mantener la mascarilla con el calor va a ser complicado, por lo que un cogedor estará arriba y otro abajo. Lo importante es mantener lo máximo posible el aislamiento», concreta.
Por lo demás, la campaña de verdeo se presenta con una producción de media a baja en la variedad de aceituna gordal y media en la manzanilla. Pero eso sí, ambas de calidad. La demanda superará este año a la oferta. Según Francisco Manuel Fernández, «los almacenes no tienen aceitunas por lo que el precio que paguen, sobre todo por la aceituna de calidad, será bueno».
Este agricultor calcula que todo lo que no cubra los gastos de producción debería ser rechazado por los agricultores . La manzanilla tiene un coste de 0,85 euros por kilo y en la gordal está por encima del euro, siempre teniendo en cuenta que en Arahal no hay olivar mecanizado, toda la aceituna recogida es a macaco, es un cultivo social porque durante dos meses aproximadamente, depende de la campaña, da trabajo a cientos de vecinos y vecinas.
La primavera lluviosa ha permitido que “la tierra tenga jugo, la aceituna ha hecho hueso y pulpa y eso se le va a notar cuando lleguen las primeras aguas de la temporada”, cuentan los agricultores que prevén una campaña adelantada para finales de agosto o principios de septiembre, al igual que se ha adelantado la de la uva.
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