UTRERA
Vecinos se rebelan contra las mafias tapiando pisos vacíos para evitar a los okupas
En Los Ruedos de Consolación grupos mafiosos marcan las viviendas vacías, les enganchan la luz y las «venden» por 300 euros. Algunas costaron en su día más de 200.000 euros
La barriada utrerana de los Ruedos de Consolación es el mejor ejemplo para que alguien que haya estado dormido durante las dos últimas décadas conozca de cerca lo que ha sido la burbuja inmobiliaria en España.
El parón de la fiebre constructiva le pilló a esta barriada en el peor momento, por lo que en cierto sentido se puede decir que se quedó a medias, con numerosas viviendas sin terminar, constructoras que quebraron y casas que se quedaron sin vender. Antes de la crisis, estas viviendas llegaron a venderse hasta por 220.000 euros , aunque tras la crisis su precio bajó a la mitad.
A los ya clásicos problemas que han sufrido los vecinos de esta zona de Utrera en los últimos años, entre los que destacan la falta de infraestructuras, la escasez de vigilancia, la suciedad y las dificultades para contratar determinados servicios, se ha unido en los últimos meses un problema mucho más grave . Los vecinos han tenido que tomar la iniciativa, ya que al parecer se estaba produciendo una práctica ciertamente surrealista.
La asociación de vecinos de Los Ruedos de Consolación asegura que había una serie de personas que estaban ocupando viviendas vacías, cambiando la cerradura sin ningún tipo de problema para posteriormente «venderle» dicha vivienda, en algunos casos solo por 300 euros, a familias sin recursos que llegan desde cualquier punto de la provincia de Sevilla, en algunos casos procedentes de barriadas conflictivas como Torreblanca o las Tres Mil Viviendas .
Estos inmuebles son propiedad de entidades bancarias o de empresas constructoras que han quebrado, por lo que en muchas ocasiones ni siquiera saben que es lo que están ocurriendo con sus viviendas. Esta situación de desprotección ha terminado provocando que los propios vecinos se organicen y tomen la iniciativa de tapiar las puertas y ventanas de estas viviendas, ya sea con ladrillos y hormigón o con palés y tornillos , con el objetivo de que nadie pueda entrar para ocuparla.
«Sabemos que es algo que no es legal, que incluso las primeras veces que lo hicimos provocó que otros vecinos que no sabían lo que estábamos haciendo llamaran a la Guardia Civil, pero preferimos hacer esto a esperar a que ocupen otras viviendas», comenta uno de los vecinos de la barriada que ha participado en estas labores.
Los Ruedos de Consolación es una de las zonas naturales de expansión de la localidad, una barriada compuesta en su mayor parte por viviendas unifamiliares, pobladas principalmente por matrimonios jóvenes que en su día tomaron la decisión de vivir en esta urbanización, que estaba destinada a ofrecer una serie de calidades y un ambiente tranquilo .
Primero llegaron auténticos grupos de ladrones profesionales que consiguieron desvalijar muchas de las viviendas que estaban completamente terminadas , robando todo tipo de elementos propios de las casas, incluso los sanitarios, y ahora se han encontrado con esta práctica de ocupación y venta ilegal de casa, ante la cual casi no les ha quedado otra que actuar, ya que la Justicia actúa con una extrema lentitud en estos casos .
«En uno de los bloques que existen en Los Ruedos de Consolación también sabemos que hay muchos pisos que en la actualidad están ocupados», explica este vecino a ABC Provincia.
Modus operandi
La Guardia Civil ya conoce de cerca lo que está pasando en la barriada utrerana e incluso se han registrado algunas denuncias relativas al asunto, ya que se trata de una práctica que se ha detectado también en otras poblaciones.
En cuanto al modus operandi que emplean estos delincuentes, suelen comenzar intentando comprobar que las viviendas en cuestión estén desocupadas, para marcarlas y posteriormente realizar enganches con el objetivo de contar con suministro de luz y agua. Tras llevar a cabo esta operación, dichos ocupas venden de manera ilícita las casas a terceras personas, que continúan con las ocupaciones. Al parecer por cantidades que en algunos casos pueden ser de solo 300 euros.
Un problema ante el que la asociación de vecinos de la zona está luchando y dice que seguirá haciéndolo.