ESTEPA
Los vecinos denunciaron hace meses que la vuelta del clan de Los Chorizos traería problemas
La devolución de una de las viviendas públicas que ardieron en 2014 pudo convertirse de nuevo en un foco de droga

Algunos vecinos de la barriada de Los Poetas se enteraron la tarde del miércoles, cuando volvían del trabajo, de la macrorredada que había tenido lugar junto a sus casas. Otros, como Francisco Manuel Reyes, se despertaron al escuchar un fuerte ruido sobre las 7 de la mañana. « Escuchamos fuertes golpes y nos asomamos a la ventana para ver que estaba pasando».
Como secretario de la asociación de vecinos de esta barriada estepeña, ha podido hablar con varias personas que viven en la zona. La mayoría son miembros de esta plataforma vecinal que se fundó para denunciar la inseguridad del barrio a consecuencia de los miembros de una familia conocida como «el clan de Los Chorizos».
«La calles estaban llenas de agentes de seguridad del Estado. Desde las ventanas hemos visto como intentaban entrar en diferentes casas». Según la información de los vecinos, dos de las casas pertenecen a este barrio estepeño.
«El número 4 de la calle Antonio Machado, y la de calle Federico García Lorca, la de la Paula », en referencia a la inquilina a la que devolvieron una vivienda rehabilitada el pasado mes de noviembre. Los vecinos de la asociación ya levantaron el grito de alarma durante esos días ante el temor «a que volviera a romperse la paz del barrio con los actos vandálicos y el trapicheo de drogas».
Un peligro anunciado
Su presidente, Francisco Fernández, ya dio la cara tras la entrega de las llaves de una de las casas que fue incendiada en 2014, cuando los vecinos se lanzaron a las calles para pedir justicia tras varios robos en el pueblo. «Entonces se nos volvió a acusar de racistas por el hecho de que esta familia fuera de etnia gitana, a pesar de que varios miembros de la asociación también lo son».
Ese mismo mes de noviembre ya denunciaron que varios miembros de este clan había ocupado dos viviendas ilegalmente en la parte alta de la localidad «sin que nadie hiciera nada». Y aseguran que esas han sido precisamente las dos casas que también han sido desalojadas y precintadas . Una hace dos semanas y la otra, en la calle Cuesta , en la operación de hoy.
Junto a las dos casas de la barriada Los Poetas , y las dos ocupadas, los vecinos también han escuchado que se ha intervenido otra vivienda en las afueras de la localidad, donde supuestamente también había familiares del clan. «En una zona que se conoce como El Jarambel» , señalan.
Francisco Fernández explica que los vecinos están esperanzados, pero todavía sorprendidos para poder valorar lo ocurrido. «Lo que sí queremos es que las administraciones competentes tomen nota y se den cuenta de una vez por todas de que esta familia es problemática. Son ellos los que por su modo de vida no permiten la convivencia ».
Desde que la casa de Federico García Lorca fue devuelta destaca que «aunque todo parecía más calmando podíamos ver que el movimiento en la vivienda no era normal, temíamos que estuvieran trapicheando una vez más con drogas».
De hecho reconoce que han pedido varias reuniones al alcalde de Estepa que «no se ha querido reunir con nosotros para darnos una solución». El nerviosismo estaba cundiendo una vez más entre los vecinos, que precisamente hablaron con el Defensor del Pueblo la semana pasada.
Fernández anuncia además que piensan remitir un escrito a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), que fue la encargada de rehabilitar una de las viviendas incendiadas en 2014. «Nos dijeron que estaban haciendo un seguimiento de la familia que había vuelto a la casa. No parece que haya sido efectivo». Con la ilusión puesta en la operación desarrollada y «muy contentos con las fuerzas de seguridad» esperan recuperar de una vez por todas la tranquilidad en su barriada.
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