PEDRERA

Dolores Romero, toda una vida en el circo recorriendo España y África junto a un saxofonista

Esta pedrereña de 83 años trabajó en cinco circos diferentes como sastra, acomodadora y taquillera

Dolores Romero conoció a Lola Flores, Paquita Ricoy Estrellita Castro B.M.

BORJA MORENO

Dolores Romero Agout vive muy feliz en Pedrera . Rodeada por sus vecinos y seres queridos, pasa gran parte del tiempo en compañía de su hermana María Josefa y disfruta de una vida apacible en esta localidad de la Sierra Sur. Hace once años que volvía desde Madrid a su tierra natal .

Atrás dejaba una vida itinerante, pero como se encarga de señalar «de ensueño» , que le permitió conocer cada rincón de España y varios países del norte de África . Un viaje de 40 años, siempre en compañía de su marido, en el que trabajó como sastra, acomodadora y taquillera en cinco circos diferentes.

En 1959 se casó con José Antonio Gacedo , un músico asturiano afincado en Madrid que tocaba el saxofón y el acordeón . Juntos comenzaron un viaje que permitiría a Dolores conocer a importantes figuras del mundo del espectáculo, vivir la evolución del circo desde su taquilla -junto a las carpas- y compartir penas y alegrías con todas las personas que conoció desde que por primera vez pisara la pista del Circo Price de Madrid.

Los que hacían soñar

Cuando este famoso circo abrió por primera vez sus puertas a Dolores , que comenzó a trabajar como sastra, la pedrereña no podía imaginar que ella misma sería la encargada de abrir esas mismas puertas a sus espectadores durante años.

Este circo teatro madrileño salía de tourné en marzo y hacía las veces de teatro fijo y de variedades al llegar la Navidad. «Ese primer año (1960) me quedé sola mientras mi marido se fue a trabajar con la orquesta del circo. Cuando volvió le dije que la próxima vez le acompañaría» , recuerda. Y así fue. Nunca más se quedó esperando. Ella misma acabaría formando parte de la historia circense. Un mundo encargado de llevar la ilusión y la alegría en una España ensombrecida por la pobreza de esos años.

Dolores apenas gasta unas palabras para hablar sobre las vivencias duras. La cara se le ilumina cuando menciona con total normalidad las actuaciones de Paquita Rico, Lola Flores o Estrellita Castro , espectáculos que sumaban grandes colas de espectadores. Recuerda como por entonces había lucha libre en la pista del circo, y especialistas de todas las modalidades y naciones imaginables que convivían como una gran familia.

Golpe de Estado en Líbano

Cuando apenas acaba de iniciar su andadura como trabajadora del circo, la compañía hizo un viaje al norte de África en 1963 . Toda una experiencia para una joven de 30 años que apenas había salido de su pueblo. «Las autoridades de Túnez nos hicieron un recibimiento precioso en el aeropuerto ». Pero lo que comenzó como un mes fantástico de actuaciones bien recibidas acabaría en una auténtica aventura. El viaje a su siguiente destino, Líbano, se vio frustrado por un golpe de Estado. Por entonces ella comenzó a trabajar también como acomodadora.

«Nos quedamos estancados unos cuatro meses», recuerda. Después aceptarían un contrato del gobierno francés para ofrecer espectáculos a sus soldados en Argelia. «Íbamos siempre escoltados por un jeep y varios camiones con soldados armados como escolta».

De las convulsas escenas que vivió en este periodo de la independencia argelina, o del posterior viaje de más de 5.000 kilómetros que les llevaría por diferentes pueblos hasta el desierto del Sahara y otra vez de vuelta a Túnez, Dolores prefiere destacar una única anécdota.

«Decenas de niños pequeños, los hijos de los artistas, correteaban y jugaban sin ser conscientes del duro entorno con el que convivíamos. Eran de todas las nacionalidades que puedas imaginar: españoles, rusos, alemanes, holandeses, italianos. En menos de un mes todos se entendían a pesar de hablar idiomas diferentes».

Tras su vuelta a España, la vida de la pareja siempre estuvo vinculada al mundo del espectáculo. Su marido como músico, ella como taquillera de casi media docena de circos que viajaron por toda España y parte de Portugal. « Todo gracias a una pequeña caravana que compramos. Para mi ha sido la mejor casa que haya tenido jamás», recuerda emocionada.

A un pequeño circo francés le seguirían el Circo Krone, el Circo Americano o el Gran Circo Mundial , donde trabajó durante 20 años. La lista de artistas famosos, conocidos y amigos, es interminable: Mary Santpere ; la acordeonista María Jesús ; todos los payasos famosos del mundo del circo; Torrebruno o Teresa Rabal. «Ahora miro atrás y mi vida me parece un sueño».

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