Cursos de verano
Suárez Japón echa en falta la presencia de más jóvenes en las peñas flamencas
Considera que el flamenco ha superado «las rémoras de incomprensión y desconocimiento»
El flamencólogo Juan Manuel Suárez Japón ha analizado la situación actual del flamenco, en particular en lo que se refiere a su vinculación con el fenómeno de las peñas. Considera que estas instituciones han tenido un papel clave en la historia del último siglo. Pero también encuentre carencias en su funcionamiento como la «escasa presencia de jóvenes y una excesiva dependencia de dinero público».
Suárez Japón ha participado en el curso «El flamenco y las bellas artes. Formación complementaria» que se desarrolla estos días en los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en su sede de Carmona. Suárez Japón que es catedrático de Geografía Humana de la Olavide, ha asegurado que «poco a poco el flamenco y sus intérpretes van alcanzando el reconocimiento que merecen».
Destaca en este sentido elementos como su difusión por todo el mundo o la superación de «las rémoras de incomprensión y desconocimiento que durante gran parte de su historia le acompañaron» . A pesar de todo, reconoce que «aún quedan resabios en ciertos mundos académicos, aunque nada comparables con la situación del siglo pasado».
En cuanto al reconocimiento del flamenco en Andalucía estima que se han dado «pasos notables», sobre todo en el entendimiento de que este arte se debía considerar un elemento que acentuara la personalidad de la comunidad en el conjunto de España.
En la consideración del flamenco en su conjunto encuentra, destaca el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad que ha supuesto reconocer «de derecho lo que ya era una realidad de hecho: el flamenco era una muestra cultural de valor mundial». Sin embargo, también ha recalcado que este nombramiento ha supuesto «cierta desilusión entre profesionales porque creyeron que la Unesco aportaría al flamenco dinero y opciones de trabajo que no han llegado».
Para concluir, ha argumentado que sería necesario desarrollar políticas que fomentaran la difusión y el conocimiento del flamenco y ha aludido a que «a pesar de que, ciertamente, en el campo de las enseñanzas no universitarias se han dado tímidos pasos, no entiende como aún existe ese hueco académico sin cubrir en la universidad».