Lebrija
Rycardo Moreno cumple su sueño de tocar en el convento de San Francisco de Lebrija
El guitarrista flamenco estrena el patio como nuevo espacio cultural de la Caracolá Lebrijana
El niño que comenzada la década de los 90 del siglo XX soñaba con ser artista entre las antiguas columnas del patio del convento de San Francisco de Lebrija , el mismo que un día recibió el apoyo decisivo para su vida de fray Juan, que le acabó buscando contratos, verá este sábado cumplido uno de sus sueños : tocar en el patio del convento que lo vio crecer y, para más orgullo, formando parte de la programación del mítico festival flamenco de la Caracolá Lebrijana .
Rycardo Moreno, productor musical, arreglista, compositor y, sobre todo, guitarrista presenta este sábado 14, estrenando como espacio cultural su querido patio del antiguo convento de San Francisco, el espectáculo «Miesencia» , dentro de «Espacio jondo» uno de las extensiones que incluye la programación de la LIII Caracolá Lebrijana . «Se trata de la biografía de mis momentos, de mi flamenco jondo llegado desde mis entrañas», explica a ABC el guitarrista lebrijano que a sus 37 años ha completado su etapa tocando «atrás», acompañando a los grandes, y ahora confirma su consolidación definitiva como artista flamenco de primera línea. Las expectativas ante el concierto de Rycardo Moreno han sido tantas que las entradas para la actuación se agotaron hace más de una semana.
«Miesencia, así con todas las letras juntas, cumpliendo la norma que me impuse tras publicar «Varekai» en signo de rebeldía contra la Real Academia Española » por su acepción de gitano como «trapacero», adjetivo que finalmente fue retirado del diccionario «online» gracias a las presiones ejercidas por la comunidad gitana. «Escribo como me suena», insiste el guitarrista, que asegura que el patio del convento donde va a tocar «es todo un símbolo en mi vida , puesto que nací en la calle de la Silera (hoy San Francisco) y en el convento formamos el grupo «Los niños de fray Juan» tocando flamenco tradicional». En ese ambiente «quince niños hacíamos música, era algo innato, quedábamos para aprender palos, jugábamos a ser artistas».
Con la misma fuerza de su juventud y manteniendo el espíritu rebelde, Rycardo Moreno ha ido interpretando a su forma la guitarra desde los primeros compases en el bar de su padre, José Moreno, en el Barrionuevo, «donde paraban figuras como Pedro Bacán y Antonio Malena », señala el artista que también ha conocido el trabajo en el campo como agricultor y en la venta ambulante.
Moreno vivió unas meses en Nueva York de donde hace cinco años se trajo «Varekai», su primer trabajo discográfico en solitario , «llegué a Lebrija con el disco casi hecho». Ahora recoge por los escenarios nacionales y extranjeros el éxito de su segundo disco, «aGaleano», un homenaje al escritor uruguayo Eduardo Galeano a partir de su obra «El libro de los abrazos». El artista asegura que «lleno siempre», y razón no le falta como demuestra su reciente participación en la Bienal de Flamenco de los Países Bajos donde, indica, «ha sido increíble y hemos disfrutado de un público excelente».
Compromiso social
Una de las características personales que distinguen a Rycardo Moreno es su compromiso con problemáticas sociales . En este sentido, el guitarrista lebrijano ha destacado por su apoyo a los refugiados de la guerra de Siria , especialmente a los habitantes de Alepo. Además de ofrecer gratuitamente su música en campañas de recogida de alimentos para Siria llevadas a cabo en Lebrija, Moreno ha codirigido con Manuel del Toro el corto «Sueñan en Alepo» , que desarrolla la historia de un niño que duerme en la histórica ciudad siria cuando es bombardeada, momento en el que empieza un viaje al primer mundo. El corto contiene fotografías inéditas de la crudeza de los campos de refugiados, realizadas por Jesús Blasco de Avellaneda.
«El corto se me ocurre tras tocar en el Teatro Romano de Mérida, tras el atentado de Barcelona, mi segunda casa», puntualiza el polifacético artista, «después de una conversación en el hotel donde me alojaba en la que me decían que los árabes ya estaban acostumbrados a los atentados y a la violencia que conlleva la guerra». La situación llevó a Rycardo Moreno a preguntarse «¿qué niño tiene culpa o es complice de lo que ocurre?» . Moreno detalla que «la historia estaba hecha, así que pusimos imágenes y montamos». El corto se estrenó en el último Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Pero este compromiso social no es casual, asegura el codirector, «el compromiso nace y se lleva dentro. Mi familia son gente comprometida con la sociedad, lo llevamos dentro y con mi herramienta, la guitarra, hago lo que puedo».
Noticias relacionadas