Sucesos
La ruta Rabat-Lebrija: el viaje que hace la cocaína que entra por el sur de Europa
Una investigación de la Guardia Civil consigue trazar la ruta completa que está usando el narcotráfico internacional en sustitución de otras vías quemadas por la presión policial
«Ese embarcadero clandestino de Lebrija es uno de los más activos de Europa. Se descargaban kilos y kilos de cocaína y hachís». Desde la Guardia Civil hacen balance de una operación contra el narcotráfico que explotaron poco antes de que estallara el estado de alarma y que les ha servido para confirmar algunas sospechas. Una de ellas es muy preocupante: el río Guadalquivir no es sólo una vía de entrada de hachís; sino que también se usa para meter en la península cocaína que se consumirá en el viejo continente.
El narcotráfico internacional ha puesto los ojos en esta tradicional ruta del chocolate marroquí porque otras vías están más quemadas por la presión policial. En la « operación Doberman» , los agentes han conseguido trazar por completo el itinerario que sigue el polvo blanco desde que sale de los países emisores hasta que entra por el Guadalquivir y se descarga en municipios ribereños como Lebrija o Coria . Es una ruta que explotan principalmente los traficantes marroquíes en connivencia con los narcos españoles que suelen ejercer el papel de transportistas y custodios de la mercancía.
La droga llega a Marruecos en contenedores. La organización investigada la sacaba a través del puerto de Casablanca y por carretera la trasladaban a una guardería en Harhoura , un enclave turístico entre Rabat y Casablanca. Allí la droga permanecía varios días hasta que se cerraba el traslado hasta la península que se hacía nuevamente vía marítima.
Fuentes consultadas por ABC no ocultan su sorpresa por la larga travesía que cubrían los pilotos desde Rabat hasta introducirse por el Guadalquivir. Si la desembocadura del río la encontraban cerrada por alguna lancha del Instituto Armado, se desviaban y buscaban un punto de alijo más seguro. Así ocurrió el pasado mes de noviembre, cuando los narcos tuvieron que descargar en Isla Cristina (Huelva) . Una oportunidad que aprovecharon los agentes, que ya les seguían los pasos, para hacerse con un cargamento de 1.280 kilos de cocaína .
La Guardia Civil y la Gendarmería marroquí han detenido a un total de 51 personas en los dos países. La gran redada se produjo el pasado 11 de marzo, en la que 300 agentes participaron en más de una veintena de registros en Lebrija, Las Cabezas de San Juan, La Rinconada, Coria, Dos Hermanas, el Cuervo; en las localidades gaditanas de Sanlúcar de Barrameda y Algeciras; y en Estepona (Málaga).
Los agentes registraron el narcoembarcadero de Lebrija donde también hallaron a escasos metros una nave donde guardaban 6.000 litros de combustible para las lanchas. Toda esa fase de la operación se producía después de que los agentes hubieran interceptado el alijo en Huelva y de meses de intensa vigilancia sobre esas instalaciones lebrijanas donde constataron que salían y entraban tractores con remolques donde iban las lanchas que después botaban en el río.
También antes de esa gran operación, de la que fue testigo ABC, las autoridades maroquíes habían intervenido 476 kilogramos en la guardería de Harhoura. Se trataba de la misma mercancía, procedente de Colombia, que movían los traficantes españoles. Gracias al cruce de información de ambos cuerpos policiales comprobaron que los detenidos en Marruecos (10) y los de España estaban relacionados.
Ahora que el juzgado de Lebrija ha levantado el secreto de las actuaciones se sabe que los dos pesos pesados de la organización son dos vecinos de Lebrija y de El Cuervo , «históricos del negocio». Así los califican desde el Cuerpo Benemérito porque llevan décadas en el negocio del hachís y ahora de la cocaína. En el chalet del primero, en los límites de la provincia de Cádiz y Sevilla, entre Trebujena y Lebrija, los agentes se encontraron con un inmueble que dispone de cuadras, piscina y todas las comodidades . Si bien de cara al exterior, estos narcos se muestran discretos.
Cuando los agentes entraron de sorpresa, encontraron dentro a la tripulación completa de una narcolancha. Tres españoles y el marroquí que ejerce de garantía o notario estaban preparados con todo el instrumental y víveres listos para salir a navegar. La operación Doberman ha confirmado los peores temores: el Guadalquivir también es río navegable de la cocaína.
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