La Rinconada: tensa calma a la espera de la resolución del crimen
Vecinos resaltan que no ven ya por la calle a la familia del difunto marido: «Se han ido»
La calma reina ya en La Rinconada a la espera de que la Guardia Civil culmine sus investigaciones y pueda proceder con la correspondiente autorización judicial a la detención de los sospechosos de haber participado en el asesinato de Ana D. V., la joven viuda de 26 años y madre de dos niños cuyo cadáver fue encontrado en su domicilio particular el pasado martes en medio de un charco de sangre provocado por las más de 50 puñaladas con las que la remataron después de golpearle violentamente en la cabeza dos veces con un objeto contundente .
Después de dos días de intenso trabajo de los especialistas de la Policía Judicial, donde se revisó a conciencia el lugar del crimen para recopilar huellas y posibles restos biológicos de los agresores, se han registrado avances significativos en la investigación que permiten albergar esperanzas para una pronta solución del caso. Los testimonios de algunos vecinos, que apuntaban a dos mujeres y un hombre que habrían mantenido una fuerte discusión con Ana D. V. antes de desaparecer en un coche blanco , también ha estrechado el círculo de sospechosos.
Los primeros indicios apuntarían al conflictivo entorno familiar del marido difunto de la asesinada, fallecido el pasado mes de diciembre a consencuencia de un infarto cerebral. Vecinos de La Rinconada resaltaban anoche que no habían visto en todo el día por el pueblo a los miembros de esta familia, parte de la cual reside en Alcalá del Río. «Parece que se han ido, como si se hubieran quitado de enmedio », relatan aunque entienden también las cautelas de la Guardia Civil a la hora de proceder en este caso. «Es que al parecer tampoco el primer marido de la muchacha era trigo limpio, y tendrán que asegurarse bien de que van a coger a quienes tengan que coger», argumentan.
Parece claro que la joven viuda tenía que conocer a sus asesinos . El dato concluyente en este sentido es que les abrió la puerta y los dejó pasar al interior de la casa —ubicada en la calle Gerardo Diego del barrio Huerto Benito—, dado que los accesos no habían sido forzados. En el escenario del crimen no se han encontrado ni el objeto contundente con el que alguien la golpeó mortalmente en la cabeza ni el arma blanca con la que la habrían rematado una vez había caído en el suelo, asestándole decenas de cuchilladas en cuello y espalda.
Los dos hijos de la fallecida, un varón de diez años fruto de su primer marido y una niña de tres años cuyo padre es el esposo fallecido el año pasado, quedaron el miércoles bajo la tutela de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta a propuesta de la Fiscalía de Menores.
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