El «protésico» del cañón
El último detenido con un arsenal de guerra en la localidad nazarena asegura que coleccionaba y manipulaba armas de guerra por simple afición
A lo «Breaking bad» se lo había montado el vecino de Dos Hermanas , detenido y enviado a prisión en la última operación desarrollada por la Benemérita en agosto. Encerrado en una casa aislada, sin apenas contacto con el mundo exterior, E. A. D., de 48 años , fue acumulando un arsenal de guerra gracias a las compras por internet.
Pero no se trataba de un simple coleccionista compulsivo. Esa es la sospecha de la Guardia Civil , porque además le encontró en su vivienda un taller clandestino «muy bien equipado» donde resucitaba armas, explica el responsable del grupo de UCE3 que lleva la investigación. Reconvertía fusiles, pistolas y escopetas inutilizadas en armas de fuego operativas.
La explicación que dio a los agentes en su declaración en dependencias policiales está en estos momentos en plena revisión por parte de los funcionarios policiales. Sostiene que al recibir una herencia familiar se compró su vivienda y el resto lo fue invirtiendo en su peculiar «hobby»: manipular armas . Una supuesta afición que adquirió la envergadura de auténtico «stock» de comercio del ramo por todo el material que fue acumulando: 60 armas de fuego (algunas de guerra cuya tenencia está prohibida en España), 30.000 unidades y componentes de munición, 70 kilos de precursores de explosivos o detonadores, además de granadas de mano, bengalas o artificios pirotécnicos. No le faltaba en su casa ni un vehículo jeep de estilo militar.
Sobre el taller que había montado dentro de su residencia y su capacidad para rehabilitar armas, E. A. D. aseguró que la técnica la había aprendido de su etapa anterior como protésico dental .
Sin permiso de armas
La Guardia Civil invirtió meses en seguirle la pista a esta suerte de ermitaño, que dice que se había recluido porque estaba harto de la sociedad. Llamó su atención cuando su nombre apareció en la anterior operación desplegada en varios puntos del país («caso Taronja»). Estaba realizando constantes compras por internet de munición y componentes de armas a pesar de carecer de licencia para poseer una.
Aseguró a los agentes que se había recluido en su casa de campo porque estaba harto de la sociedad
A los agentes les costó someterlo a seguimiento porque no salía de su casa y ésta se ubica en un paraje rural. Vigilarlo sin ser vistos, ésa fue una de las dificultades de la operación.
E. A. D. fue enviado a prisión provisional por la presunta comisión de varios delitos de depósito de explosivos. La ley española limita la posesión en función del tipo de licencia del titular y si el arma es corta o larga.
La investigación intenta confirmar ahora si además dio el paso al tráfico de armas , vendiendo las armas ya transformadas. Los agentes manejan como indicio el dinero en dólares encontrado en la casa. El imputado se defiende asegurando que la moneda americana, poco más de 1.000 euros, proviene de un viaje que hizo a EEUU. El caso está abierto.