Provincia
Prohíben entrar en La Algaba durante 18 años a un hombre condenado por maltratar a su expareja
La Audiencia de Sevilla, además de esta medida, la impone nueve años y medio de cárcel por otros delitos y por daños psicológicos a la mujer y su hijo

El municipio de La Algaba será territorio prohibido para Manuel R.O. durante un periodo de tiempo de 18 años . Ésta es una de las medidas impuestas contra él por la Audiencia de Sevilla en una sentencia en la que se le condena por maltratar a la que era su pareja , a la que causó daños psíquicos, al igual que al hijo que ambos que tienen en común con trece años actualmente. Éste fue usado en multitud de ocasiones por el maltratador para doblegar la voluntad de la víctima.
Este hombre, de 41 años de edad, fue juzgado durante este mes de octubre por la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla. Estaba acusado por un delito de maltrato habitual, otro de abusos y dos de lesiones psíquicas .
En la vista oral el acusado mostró c onformidad con los hechos y con la condena que reclamaban para él tanto la Fiscalía como la acusación particular. Así, el tribunal dictó sentencia «in voce» y lo condenó en total a nueve años y medio de cárcel.
Pero además de la privación de libertad, el tribunal le ha impuesto la prohibición de tener y usar armas durante cuatro años y, lo que más ha llamado la atención, la prohibición de entrar en el término municipal de La Algaba durante 18 años para no acercarse a las víctimas. Tampoco podrá comunicarse con ellos durante el mismo tiempo.
Usaba al niño como arma contra la madre
Manuel R.O., de 41 años, fue investigado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número uno de Sevilla tras la denuncia de la que había sido su mujer. Acusado y víctima mantuvieron una r elación sentimental desde septiembre de 2005 hasta 2009 . Si bien, hasta abril de 2014 se mantienen periodos de ruptura . Es entonces cuando se rompe definitivamente esta unión. Fruto de la misma tuvieron un hijo . En 2009, se le atribuye la custodia a la madre y al padre se le reconoce un amplio y flexible régimen de visitas , siendo esto el origen de muchas situaciones de maltrato del condenado hacia la víctima.
El final de la relación en abril de 2014, según la sentencia de la Audiencia, no fue asumida por el acusado, quien perdía así el control sobre su pareja. Entonces, comenzó a hacer uso de varias estrategias para mantener a la mujer en una situación de dominación y sumisión .
El tribunal, en una sentencia facilitada por el TSJA a este periódico, señala que el condenado la perseguía , se presentaba en los lugares que ella frecuentaba, la llamaba por teléfono constantemente y se valió del régimen de visitas para mantener contacto con ella, a pesar de que la víctima no quería. Aprovechaba su condición de toxicómano para generarle un sentimiento de pena .
Sabía de la inestabilidad emocional de su expareja, siempre preocupada por salvaguardar la integridad de su hijo , en tratamiento psicológico por su negativa a ver su padre. El niño presenta pánico hacia él .
«O veo al niño o te hago la vida imposible»
No sólo la perseguía allá donde estuviera, sino que usaba un lenguaje intimidatoria contra ella ya fuera por teléfono, por WhatsApp o en persona. « O veo al niño o te hago la vida imposible »,«os haré la vida imposible a ustedes si no te quedas conmigo» o « te tengo que machacar », son algunas de las amenazas o insultos padecidos por la víctima.
Las consecuencias psíquicas en ella y en el menor son evidentes. Ella sufre una profunda ansiedad. El menor fue testigo del calvario que tuvo que pasar su madre por el maltrato de su padre, que lo usó como arma contra ella. En 2015, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos de Sevilla dictó orden de protección en favor de ella.
Estos fueron los hechos que han provocado la condena de Manuel R.O. a cárcel pero también a no pisar La Algaba durante muchos años.
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