El PP pondrá al pabellón de Burguillos el nombre del joven ruso que murió durante un partidillo informal
Azat Dinurov falleció en 2017 tras golpearse la cabeza contra el suelo de hormigón y sus padres denunciaron entonces al SAS y al Ayuntamiento gobernado entonces por el PSOE
El nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Burguillos , gobernado por el alcalde Domingo Delgado Pino (PP), ha decidido dedicarle el pabellón municipal al joven deportista ruso Azat Dinurov, quien murió el 2 de diciembre de 2017 como consecuencia de un golpe en su cabeza tras chocar contra el hormigón de la cancha.
Esta decisión, que llega tras el acuerdo conseguido el pasado pleno del mes de septiembre —que incluyó los votos a favor de los socialistas—, se hará efectivo en la tarde de este miércoles a partir de las 17 horas cuando se inaugur e un rótulo con el nombre de este joven deportista que estará situado en el exterior de esta instalación deportiva. En el acto estarán presentes el cónsul honorífico de Rusia en Andalucía, sus padres, hermanos y compañeros del equipo, así como una representación del Ayuntamiento.
El nuevo nombre del polideportivo llega tras un encuentro del regidor de Burguillos con los padres de este joven jugador de baloncesto durante un acto en la que coincidieron en la Hermandad de Donantes de Órganos . En esa convocatoria, la madre de Azat contó su experiencia al donar todos sus órganos y eso sensibilizó aún más al alcalde, quien empezó a mover piezas hasta lograr este objetivo.
Desde su fallecimiento, los padres denunciaron la actitud del anterior equipo de gobierno , con el alcalde socialista Valentín López a la cabeza, puesto que «ni siquiera nos llamó para darnos el pésame», contaba en su día Juan Carlos, la pareja de Dilara. En verano de 2018, sus compañeros de equipo le hicieron un pequeño homenaje.
Los integrantes de este equipo que juegan en la liga local —si bien en 2016 participaron en los juegos municipales de la capital— decidieron cambiar el nombre del equipo. Desde entonces se llaman «Amigos de Azat» y para ello confeccionaron unas sudaderas con este lema junto con el escudo y que lograron colgar en las redes del pabellón cuando se cumplía un año de su fallecimiento.
Sus padres lamentaron entonces que fue el «único detalle» que tuvo el alcalde socialista hacia con ellos, tras presentar una denuncia por la vía Contencioso-administrativa al Ayuntamiento como propietario de la instalación, al considerar que las instalaciones no cumplían con todas las medidas de seguridad que se requieren. Pero no fue la única denuncia, puesto que también la interpusieron contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) al entender que la asistencia sanitaria no fue la más adecuada.
Los propios amigos llevaron al «joven volador» —como así lo llamaban sus compañeros por su técnica de salto— al centro de salud de Burguillos, donde «le dieron escasa importancia al golpe» , comentaron sus padres esas fechas, «y nos derivaron al Macarena. Si hubieran visto una gravedad mayor nos habrían mandado directamente al Rocío. Pero lo trasladaron hasta el Macarena en una ambulancia con conductor, sin enfermero ni médico. Durante el trayecto —iba sentado— se golpeó la cabeza varias veces durante el trayecto. Solo tenía la protección del cinturón . Yo iba frente a él y no sabía qué hacer» criticó su madre.
«Durante el trayecto perdió el conocimiento y paramos a la altura de La Algaba. Recuperó el conocimiento, llegamos al Macarena, esperamos dos horas a que nos dieran el resultado de un TAC . Entonces nos mandaron urgentemente al Virgen del Rocío. Entramos a la 1.20 horas del 2 de diciembre y tras pasar por Observación nos dijeron que nos podíamos ir a casa», rememoraba por entonces su madre.
«Mi marido llamó al hospital a la mañana siguiente para ver cómo estaba y contestaron que estaba algo nervioso. A los diez minutos de salir de casa para el hospital llamó el cirujano para decirnos que lo iban a operar de urgencia... y de ahí salió ya en coma a la UCI, donde finalmente falleció».
Desde esa fatídica fecha, sus padres han recibido el apoyo de los integrantes del equipo de baloncesto. Uno de ellos es Juan Ramón Cuesta, quien recordaba cómo sucedió todo: «Fue una tarde nefasta que a todos nos duele recordar. Estábamos jugando un partidillo informal en el pabellón de deportes del pueblo».
«En un momento determinado Azat fue a por un balón que se perdía por la línea de fondo y, en vez de intentar coger el balón con las manos y viendo que se le escapaba, dio un gran salto e intentó darle con el pie con la mala suerte de que se le enganchara éste en la red que hay tendida para evitar balonazos en la pared . El golpe en la cabeza fue terrible y acudimos todos inmediatamente a ayudarlo», rememoraba.
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