Pide reconocer a la hija que tuvo con una mujer casada de Sevilla

El demandante quiere darle los apellidos a la niña y pagar su manutención de años anteriores

El sevillano que ha presentado una demanda para ser reconocido como padre del hijo que tuvo con una casada ABC

M. J. PEREIRA

Desde que las pruebas de ADN se han convertido en un eficaz instrumento para confirmar o descartar el parentesco de una persona, se han sucedido en la Prensa noticias que dan cuenta de hijos ilegítimos que presentan en los tribunales demandas de filiación para que se les reconozca. En muchos de esos casos, los demandados son hombres, fallecidos o vivos, pertenecientes a la aristocracia o con fortunas de importancia. Sin embargo, ahora se ha producido un caso excepcional, ya que se trata de un sevillano de 50 años , soltero, que ha presentado en los juzgados de Primera Instancia una demanda de filiación para que se le reconozca como padre de la hija de un matrimonio, con cuya mujer tuvo presuntamente relaciones extraconyugales durante varios años.

Javier, nombre ficticio para preservar su anonimato, está representado por e l abogado Fernando Osuna, especializado en casos de filiación y que recientemente ha logrado que se reconozca a la sevillana Rosario Bermudo como hija legítima del marido de la duquesa de Medina Sidonia. Javier, vecino de una localidad de la primera corona metropolitana de Sevilla, ha decidido presentar la demanda para que se le haga una prueba de ADN y se reconozca su paternidad porque —dice— la madre legal de la misma no le permite ver a la niña , que hoy tiene diez años, desde 2015.

Trece años de relación

«Nos conocimos en el municipio, cuando Silvia —nombre también ficticio— estaba casada y no tenía hijos. Me llevaba muy bien con el matrimonio e incluso salía a menudo con ellos dos. Así fue durante tres años, hasta que en 2002 Silvia y yo comenzamos una relación sentimental extraconyugal cuando ella ya tenía una hija con su marido. Desde entonces, yo dejé de salir con el matrimonio porque es verdad que sentía cargo de conciencia y no podía ni mirarle a la cara».

«Su marido pasaba muchos días fuera por su trabajo, lo que facilitó que nuestra relación durara hasta 2015» indica el demandante. Durante su relación, Silvia quedó embarazada y se lo comunicó a Javier llorando. «Yo no buscaba esto contigo», me decía ella.

En mayo de 2007 nació la segunda hija de Silvia . «La madre —dice Javier— me traía a la niña cuando quedábamos y eran tantas las veces que la veía que llegó a llamarme papá. Silvia me decía que nos parecíamos mucho e incluso me pidió que me hiciera un análisis de sangre para saber mi grupo sanguíneo y confirmar que yo era el padre».

En muchas ocasiones, Javier iba al colegio para ver a la niña a través de las rejas. «Creo que la hermana mayor intuye algo porque me ha visto muchas veces por el colegio», declara Javier, quien asegura que en 2015 la madre de la niña le comunicó que ya no podría ver más a su hija menor . «Algo ha debido de contarle sobre mí porque ahora la niña, que me reconoce y que tiene diez años, me rehuye. Yo le anuncié a la madre que iba a presentar una demanda de filiación y rápidamente ella me bloqueó en el móvil y redes sociales », añade.

Después de sopesar mucho los pros y los contras, Javier ha decidido dar el paso y presentar en los juzgados de Primera Instancia una demanda de filiación para que se le reconozca como padre biológico de la niña. «Debí de haber presentado la demanda antes pero me conformé con las veces que ella me dejaba ver a la niña a escondidas. Ahora e stoy dispuesto a buscar la verdad con todas las consecuencias, darle el apellido a mi hija y pagar la pensión de manutención a que me obliga la Ley», confiesa Javier, funcionario municipal, cuya familia ya conoce la situación y le ha apoyado en la demanda. Según Fernando Osuna, en caso de ser reconocido como padre biológico de la niña, tendría que pagar la pensión de manutención de los últimos cinco años.

«Estoy tan nervioso con la demanda que he perdido mucho peso , no duermo... Sé que la niña y el padre legal de la misma lo van a pasar mal porque esto debí hacerlo en su momento pero creo que mi hija tiene derecho a saber la verdad. Voy a pelear por ella. No quiero que en un futuro piense que yo me he desentendido. Quiero ejercer como padre, aunque sé que será difícil. Entiendo que si el ADN confirma que es mi hija, no me dejen verla de forma inmediata, sino que se haga de forma gradual», dice.

¿Con qué pruebas cuenta Javier para demostrar que es su hija? El demandante asegura que conserva numerosos mensajes de móvil que confirman su relación sentimental, en algunos de los cuales ella le comunica que le va a llevar a la niña para que la vea. Además, afirma que hay testigos de su relación, ya que no se escondían cuando salían por Sevilla a pesar de que ella estaba casada.

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