CARMONA
Paco Eslava reinventó el Carnaval carmonense y lo alejó del gaditano
Fundó «Los Loqueros» y con su ayuda se unieron «Los Atómicos y Los Currantes», tras lo cual el concurso de agrupaciones no ha dejado de crecer
Paco Eslava condensa la memoria del Carnaval de Carmona. Fue artífice de su recuperación en la etapa democrática y dio a la fiesta la impronta que la ha hecho grande. Pero además para completar el arco temporal, realizó junto con el recordado Antonio Lería un libro, «De libertad incurable», que contiene el estudio completo de la fiesta en la localidad con testimonios que se remontan siglos atrás y el sabroso relato de los carnavales anteriores a la Guerra Civil.
En su trayectoria está la dirección de muchas agrupaciones para las que ha realizado letra y música, disfraces, bailes de máscaras, celebraciones callejeras, el rescate de las letras de antes de la Guerra Civil y su labor de enseñanza a las nuevas generaciones.
La historia carnavalera de la nueva etapa de la fiesta en Carmona arranca, en Cádiz. Allí vivía Paco Eslava desde los 4 años, cuando su padre, que era de Carmona , marchó a esta ciudad. Paco Eslava se imbuye del ambiente carnavalero desde pequeño y aún más cuando empieza a estudiar en la Universidad.
Y aquí entra en la historia del Carnaval de Cádiz . Los jóvenes apuestan por pasar la fiesta desde mayo a febrero y él se embarca en la recuperación de los coros que se habían perdido. Es miembro fundador del mítico coro «Los dedócratas » y fue de aquellos jóvenes que hicieron el primer carrusel de coros en un remolque agrícola tirado por las mulas de la plaza de toros del Puerto de Santa María.
Con 24 años saca plaza de maestro en Carmona y viene a vivir a la ciudad. Su fiebre carnavalera le hace rápidamente dar forma a una agrupación con sus nuevos paisanos con la idea de llevarla al Falla. Pero le convencen de que deje la agrupación en Carmona y cante en esta ciudad. Sólo pone una condición, no vale con cantar sólo en el teatro o en los escenarios.
Hay que llevar el Carnaval a la calle donde, afirma convencido, «está su esencia». Y así sale a la calle la chirigota « Los loqueros de Carmonilandia» con la gente de la Peña Cultural la Amistad. Se unieron «Los Atómicos» y «Los Currantes » y quedó restaurado el Carnaval en la localidad. Era febrero de 1982. La gente se echó a la calle para ver a las agrupaciones que cantaron en calles y plazas en un espléndido ambiente.
Desde entonces el Carnaval no ha dejado de crecer . El concurso de agrupaciones gana prestigio. Ahora se proclama que se trata de la trigésima edición, pero Eslava precisa que ya en 1983 hubo concurso y los cuatro años siguientes un festival . En 1987 vuelve el concurso que suma nivel y participación. Paco Eslava afirma que ahora cada vez se canta mejor y se sacan mejores tipos, pero también tiene sugerencias que hacer a la evolución de la fiesta.
Observa un excesivo empeño en imitar a Cádiz , en las letras, la música y hasta en el acento. Él defiende el carácter localista innato de esta fiesta, que debe dar lugar a una crítica local y a tratar temas cercanos. Además encuentra que la fiesta se ha focalizado en exceso en el teatro, en el concurso.
Echa en falta más calle, más animación, con las agrupaciones cantando en bares y plazas de forma espontánea, para que todo el mundo pueda participar y disfrutar. En lugar de eso encuentra una deriva del Carnaval hacia un espectáculo musical al que sólo acuden los aficionados, pero con poca cabida para la improvisación y la participación del pueblo.