Fuentes de Andalucía y La Campana
El origen de «Los Chamuscaos», la carrera popular que une a dos pueblos
Existen dos versiones acerca del motivo por el que fontaniegos y campaneros se conocen mutuamente con este apelativo además
La carrera popular de «Los Chamuscaos» celebrará el próximo domingo su XXIII edición. Esta tradicional prueba deportiva recorre los 16 kilómetros que separan a los municipios sevillanos de La Campana y Fuentes de Andalucía , y está organizada conjuntamente por la delegación de deportes de ambos ayuntamientos.
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La prueba tiene la particularidad de alternar la salida cada año desde un municipio. Esta edición partirá desde La Campana, dándose el pistoletazo de salida a las 10.00 horas en la Plaza de Andalucía . Por su parte, la explanada de La Estación de la localidad fontaniega acogerá la meta y será el lugar indicado para celebrar la correspondiente entrega de premios; una ceremonia que estará amenizada por actuaciones musicales. Este año se espera de nuevo superar los 400 corredores, una media de participación que se mantiene desde los últimos años, alcanzándose, incluso, los 500 participantes en alguna ocasión.
Lo más llamativo de esta carrera popular es su nombre, «chamuscao», un apelativo que durante siglos han usado los habitantes de ambos municipios sevillanos para llamar a sus vecinos . Existen dos leyendas a la hora de intentar explicar el origen de este curioso apodo. Por un lado, se cuenta que desde tiempo inmemorial los pueblos de La Campana, Fuentes de Andalucía y Carmona han usado zonas comunes para aprovechamientos comunales (bellotas, madera, leña, etc.) y para pastos del ganado de los vecinos.
Esta tierra, que pertenecía al Concejo de Carmona, se dejaba utilizar a los campaneros y fontaniegos con la condición de conservar el monte racionalmente y preservarlo del fuego ; de modo que si algún día cualquier vecino de estos pueblos quemaba el monte, bien para leña o para desmontar la tierra, todos los vecinos perderían el derecho al uso de la misma. Por circunstancias desconocidas, esta tierra comunal ardió (se chamuscó), sin que se conozca de manera fehaciente el motivo, ni si fue un campanero o un fontaniego el que lo provocó, o simplemente un hecho fortuito como consecuencia de las altas temperaturas en verano.
La segunda versión está basada en la primitiva ermita que existía en La Campana, anterior a la Iglesia actual, donde se veneraba una imagen de San Lorenzo . Esta imagen fue llevada a Fuentes de Andalucía para ser pintada y restaurada. Recién pintada fue trasladada a La Campana, y para protegerlo del sol y las altas temperaturas se decidió cubrirla con una tela de yute. Al llegar a La Campana y destaparse la imagen se comprueba cómo la tela se había pegado a la imagen. Para despegarla se les ocurrió prenderle fuego no muy intenso y desde cierta distancia, con tan mala suerte que no sólo se despegó la tela, sino que también ardió (se chamuscó) la imagen.
Sea como fuere, independientemente de la leyenda a la que acogerse, desde tiempo inmemorial campaneros y fontaniegos se culpan mutuamente de ambos hechos , siendo éste el motivo por el que se llaman unos a otros «chamuscaos».
Cambio de fecha obligatorio
Por su parte, esta carrera popular tiene su origen en el siglo pasado, concretamente en 1993 , y ha celebrado un total de 22 ediciones hasta la fecha (todos los años excepto dos). La fecha prevista para la edición de 2018 era la del 2 de diciembre, pero finalmente tuvo que ser modificada debido a la coincidencia de ésta con las elecciones al Parlamento de Andalucía. De modo que en 2019 se organizarán dos carreras, la del próximo domingo y otra en el mes de diciembre.
En la actualidad, dicha prueba deportiva concentra alrededor de 500 atletas y un importante equipo de entre 50 y 60 voluntarios procedentes principalmente de dos clubes de atletismo (‘La Pechá’ y ‘Los Campaneros’) y el club BTT Fuentes.
Otra de las curiosidades de esta carrera popular es lo variopinto de sus premios. Así, los primeros clasificados de las diferentes categorías optan a viajes, jamones, quesos y aceites , también naranjas, garbanzos y otros productos alimenticios, y hasta incluso máquinas de afeitar y otros enseres.