Las narcolanchas: el piloto, el «gepero», el garantía y el chacorta
Dentro de una narcolancha hay una tripulación con papeles bien definidos
La lancha requisada en la nave de Salteras estaba preparada con los asientos para las personas que suelen viajar en estas semirrígidas que cruzan en minutos el Estrecho de Gibraltar. Según detallan desde la Guardia Civil, hasta cuatro tripulantes se enrolan en estos transportes clandestinos, otra prueba más de cómo se ha ido profesionalizando este negocio. Si hace unos años, las lanchas sólo eran tripuladas por el piloto y la persona que lo ayudaba con la carga y descarga, a día de hoy hay un reparto de funciones muy definido , fruto del temor a sufrir robos por parte de otras bandas. La competencia es alta como también lo es la demanda de esta droga a nivel mundial.
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La figura esencial que se sube a una narcolancha sigue siendo el piloto , que puede cobrar hasta 50.000 euros por viaje. Es la persona sobre la que pesa la responsabilidad de que la mercancía llegue a destino. La pericia a la hora de manejar las narcolanchas se cotiza alto. Junto al piloto suele viajar el «gepero» , que se encarga del GPS y del rumbo que debe tomar una lancha que navega a ciegas, con las luces apagadas para no ser detectada por los cuerpos policiales.
Competencia
El garantía es la persona que manda la banda que ha contratado el transporte y que sirve de secretario. Tiene la función de atestiguar que la operación se desarrolla y que no hay problemas en el viaje. Esta medida de seguridad la han incorporado las organizaciones porque en no pocas ocasiones han sufrido robos por parte de otras bandas. Las investigaciones policiales han evidenciado cómo las propias redes de transportistas han llegado a quedarse con parte de la droga. Cuando les preguntaban por los fardos, aseguraban que los habían arrojado al mar ante la presencia policial.
Por último y en el peldaño inferior, está el chacorta o marinero . Su función principal es la carga y descarga de la mercancía desde la lancha. En el punto del alijo siempre hay varias personas que trasladan los fardos hasta el vehículo que los llevará por carretera a la guardería.
La lancha requisada ayer llevaba incorporado un radar que los narcos utilizan para detectar a las embarcaciones y los helicópteros policiales. Otro elemento que evidencia el nivel de profesionalización de estas redes que no dudan en recurrir a la alta tecnología para llevar a buen puerto su negocio.