Virus del Nilo
La Junta invertirá 100.000 euros en fumigar con drones pantanales y arrozales del Bajo Guadalquivir
Bendodo acaba de anunciar que se está licitando un contrato de emergencia para acabar con el mosquito causante del virus del Nilo
El consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo , acaba de informar durante le rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que la Junta está licitando estos momentos un contrato de 100.000 euros para acabar con el mosquito en varios municipios de Sevilla afectados por la fiebre del virus del Nilo.
Así, Bendodo ha detallado que esta fumigación se llevará a cabo a través de drones para alcanzar «zonas específicas de pantanales y arrozales más alejados del casco urbano donde residen las larvas del mosquito. Hoy hemos dado un gran paso para solucionar este problema que es de todos».
«El objetivo no sólo es acabar con el virus, sino prevenir y atajarlo de raíz de cara a un futuro . Para ello requerimos la ayuda técnica de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y de las diputaciones de Sevilla y Huelva».
Asimismo, Bendodo ha recordado que este miércoles se celebra una segunda reunión técnica «entre Salud y Agricultura de la Junta con los delegados medioambientales de los municipios afectados, donde también estará presente la Confederación de Arroceros para avanzar no solo en la actuación inmediata sino con un plan estratégico que abordar este problema de manera global».
Asimismo, el consejero andaluz recordó que «el anterior gobierno socialista de la Junta ignoró varios informes técnicos sobre esta amenaza y hubo brotes. El diálogo en democracia es fundamental para esta Junta de Andalucía. Esto es lo que hace este gobierno con los partidos de la oposición».
Y todo llega después de la reunión mantenida en la tarde noche del lunes entre representantes de la propia Junta de Andalucía con alcaldes de la zona afectados por el virus del Nilo.
Tras el encuentro, el alcalde de Coria , Modesto González, explicó a Europa Press que la Administración andaluza pretendía «escuchar a los alcaldes para terminar de definir un nuevo plan de actuación» frente al virus de la fiebre del Nilo que ya está «ultimando» y en el que la Junta de Andalucía «se implicará económicamente».
La primera reunión se ha celebrado después de que tras las fumigaciones acometidas por los ayuntamientos en sus cascos urbanos, los alcaldes reclamasen a la Junta de Andalucía que se hiciese cargo de las dos siguientes fases del plan de fumigaciones contra el virus de la fiebre del Nilo, asegurando que tal era el extremo acordado a la hora de analizar cómo combatir este virus, al abarcar tales fases un territorio ajeno a las competencias municipales.
Estas dos fases a tratar corresponden a espacios interurbanos y entornos naturales como arrozales y marismas, después de que la primera fase la acometieran los respectivos ayuntamientos sufragando el coste de las mismas, llevadas a cabo especialmente en zonas verdes del casco urbano.
Así las cosas, el alcalde de Coria ha valorado el resultado de la reunión de este lunes, aunque ha avisado de que la lucha contra el virus de la fiebre del Nilo «va tarde».
Por su parte, el Ayuntamiento de La Puebla del Río, gobernado por Manuel Bejarano (PSOE), ha valorado como «constructiva» esta reunión y ha expuesto que se celebró «tras la presión ejercida por los alcaldes para que la Junta de Andalucía asumiera sus responsabilidades y competencias en la situación», tratándose de una «reunión constructiva que sirvió como primer acercamiento entre todas las partes, para trabajar de la mano con el objetivo de acabar con la epidemia ».
A esa primera reunión asistieron el alcalde de Lebrija, José Benito Barroso; el alcalde de Coria, Modesto González; el alcalde de la Puebla del Río, Manuel Bejarano; el edil de Medio Ambiente, Parques y Jardines de Bormujos, José María Ruiz; la alcaldesa de Almensilla, Agripina Cabello; el alcalde de Camas, Rafael Recio; el alcalde de Mairena del Aljarafe, Antonio Conde; la alcaldesa de Gelves, Isabel Herrera; el concejal de Salud de Dos Hermanas, Juan Pedro Rodríguez; el alcalde de los Palacios, Juan Manuel Valle; el delegado de Bienestar Social de Sevilla, Juan Manuel Flores; el alcalde de Las Cabezas, Francisco Toajas; el alcalde de Morón de la Frontera, Juan Rodríguez; el alcalde de Utrera, José María Villalobos; la delegada de Salud y Consumo de Castilleja de la Cuesta, Ángela de la Rosa Alcántara, y el alcalde de Isla Mayor, Juan Molero, así como delegados municipales de Sevilla, Dos Hermanas, Bormujos y Castilleja de la Cuesta.
El Gobierno andaluz ha acordado así asumir, «ante la situación extraordinaria por el virus del Nilo», la coordinación con todas las administraciones implicadas y la fumigación fuera del casco urbano, de acuerdo con el informe de los técnicos y en el territorio incluido en la Zona de Especial Actuación.
Así, los términos municipales ubicados en las Marismas del Bajo Guadalquivir y las agrupaciones contiguas de municipios han sido declaradas «Zonas de especial actuación» , lo que supone la aplicación de determinadas medidas específicas, que serán recogidas en un programa de actuación elaborado por los servicios municipales o la Diputación provincial, conjuntamente con la Delegación Provincial de la Consejería de Salud correspondiente o el Distrito Sanitario en quien delegue. El programa de actuación se elevará a la Consejería de Salud para su aprobación, la cual podrá recabar el asesoramiento técnico de aquellos profesionales que, en cada caso, estime oportuno.
Este miércoles se constituirá la comisión técnica encargada de elaborar los planes concretos de actuación en los municipios afectados por la declaración de zona de especial actuación y el plan estratégico de prevención para recibir las aportaciones de municipios, Diputación, Confederación y empresarios del sector arrocero.
Este programa de actuación debe tener implantación desde el próximo año, y posteriormente mantener una continuidad anual, desde la asunción de la existencia de los factores ambientales, naturales, aves y vectores que van a seguir permitiendo mantener el ciclo zoonótico del virus de la fiebre del Nilo.
Además, debe incluir distintas líneas de actuación que abarquen desde el diagnóstico de la situación hasta el control de los mosquitos y larvas.
Medidas tomadas y estrategia de actuación
El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento este martes de las medidas adoptadas por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ante la aparición del brote de fiebre del Nilo, así como las estrategias de actuación que se seguirán después de la fase de choque, que ya ha sido ejecutada.
Las estrategias de actuación contempladas en la fase dos incluyen actuaciones de control del mosquito y sus larvas a medio plazo y en una extensión territorial mayor respecto al área periurbana. La fase dos tiene, además, una primera etapa muy relevante denominada «diagnosis de situación» a través de la cual se encauza el tratamiento adulticida a localizaciones concretas y la utilización de productos químicos de manera más localizada, lo que reduce el riesgo para la salud y para el medio ambiente.
También lleva a cabo la localización y s eguimiento de los focos larvarios potenciales y funcionales, con objeto de llevar a cabo el tratamiento con productos larvicidas autorizados.
En el informe se detalla que la complejidad y extensión del problema requiere de una actuación integrada y extendida en el espacio y en el tiempo, lo cual exige una planificación y coordinación de las posibles medidas preventivas y de control poblacional vectorial, sólo posibles con un programa de control diseñado y realizado por personal experto y con la colaboración de las administraciones competentes. La prioridad es prevenir la aparición de nuevas emergencias de adultos, por lo que es crucial poner el acento en la eliminación de los mosquitos en sus fases pre-imaginales (huevos, larvas o ímagos).
Esto, sin dejar de lado que la eliminación de los adultos presentes debe realizarse en paralelo, para evitar la réplica de un nuevo ciclo larvario, según apostilla la Junta.
El objetivo principal del plan es controlar las poblaciones de mosquitos culícidos en la zona de influencia del brote para «minimizar el riesgo de transmisión del virus del Nilo a la población humana». La declaración del brote activo requiere que este objetivo se plantee para el corto y medio plazo, «al menos hasta la desaparición de los factores ambientales favorables o la acometida de un plan posterior continuado, es decir al menos hasta el mes de noviembre incluido», incidiendo en «la necesidad de que se inicie con brevedad con el fin de evitar una posible reaparición de mosquitos puedan amplificar el virus».
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