CARMONA
De monumental tumba romana a aparcamiento
El estacionamiento del Paseo del Estatuto de Carmona alberga un sepulcro de los siglos I y II. d.C
El aparcamiento subterráneo del Paseo del Estatuto de Carmona aloja una monumental tumba romana que por su ubicación suele pasar desapercibida para turistas y visitantes, pero que constituye un ejemplo muy relevante de las construcciones funerarias de la época y un testimonio del complejo mundo de ritos y creencias asociados a la muerte en el mundo romano
Las obras para construir un aparcamiento subterráneo en este enclave en 1995 arrojaron una vez más una sorpresa en Carmona, donde remover el suelo es hacer hablar al pasado. Cuando la máquina excavadora horadaba el suelo a la altura del convento de la Concepción entre la tierra aparecieron unos grandes sillares muy bien labrados. Se había encontrando una tumba de grandes dimensiones y con dos cámaras. Está datada entre los siglos I y II d.C. Se optó entonces por integrarla en el aparcamiento y accediendo a él se puede visitar libremente.
La ubicación no fue sorpresa, sí algo más su monumentalidad. Los romanos, por ley, tenían que disponer los enterramientos fuera de la ciudad y por afán de ostentación solían hacerlo en los caminos de entrada a las ciudades. Cuanto más próximos a las puertas mejor, porque era símbolo de prestigio. Esta tumba estaba bastante cerca de la Carmona romana a la que se accedía por la actual Puerta de Sevilla y a los pies de un camino muy importante y transitado, la Vía Augusta que iba desde Cádiz, pasando por Sevilla, hasta Roma. Además debió tener un desarrollo en superficie, probablemente con una cubierta abovedada, que se ha perdido.
Pero la mayor parte de la tumba está excavada, es una de las peculiaridades que se dan en Carmona, donde abundan las tumbas hipogeas , posiblemente por influencia de los cartagineses que aquí se asentaron antes que los romanos.
A la altura del convento de la Concepción aparecieron grandes sillares muy bien labrados
En este caso, el alcor tenía poca consistencia y fue necesario un costoso recurso constructivo, que debió unirse al precio de la compra de este espacio que debió ser caro por su buena ubicación lo que da idea de que debió ser la tumba de una familia poderosa. La fórmula para dar solidez al conjunto fue forrar la excavación en el suelo de grandes sillares de piedra. Luego se enlucieron y se pintaron de blanco.
El acceso a la tumba se hacía por una escalera que daba a una primera cámara. En ella se dispusieron dos bancos excavados en la piedra en los que estarían dispuestas las ofrendas a los muertos. La segunda cámara a la que se accede por una puerta hecha de sillares alojaba las urnas con los restos de los difuntos de la familia dispuestos en unos nichos en la pared. Las tumbas tenían un largo aprovechamiento.
De forma que cada vez que moría un familiar se abrían y se depositaban los restos del fallecido que previamente había sido quemado junto a la tumba y luego machacados sus huesos antes de introducirlos en una urna. En este caso se aprecia como en la escalera de acceso había unos pequeños nichos que posiblemente se emplearan para libertos o esclavos a los que también se consideraban como integrantes de la familia, pero de mucha menor categoría.
Las tumbas solían estar llenas de ofrendas, pero ya en época romana existían saqueadores de tumbas . Y eso a pesar del miedo que los romanos tenían a los muertos a quienes intentaban apaciguar con ofrendas de vino para que no se levantaran y volvieran a buscar a sus familiares y conocidos. Puede que por eso en esta tumba se encontraran pocos restos materiales.
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