Distinciones

Medalla de Oro de la Ciudad de Lebrija para las monjas concepcionistas y las Hermanitas de la Cruz

El Ayuntamiento les otorga el mayor reconocimiento del municipio «por su meritoria y desinteresada contribución social a la mejora de la calidad de vida de las personas»

Autoridades municipales y representantes de monjas y hermanitas, y de asociaciones y colectivos, tras finalizar el acto en el teatro municipal A. H.

Alejandro Hernández

Dos instituciones religiosas muy conocidas y admiradas han sido reconocidas este año con la Medalla de Oro de la Ciudad de Lebrija . La Orden de la Inmaculada Concepción de las madres concepcionistas franciscanas , monjas de clausura en el Monasterio de la Purísima Concepción, y las Hermanas de la Compañía de la Cruz han sido reconocidas con la mayor distinción del municipio en un solemne acto público que tuvo lugar este miércoles en el Teatro Municipal Juan Bernabé enmarcado en las celebraciones oficiales del Día de Andalucía. Ni las monjas concepocionistas ni las hermanas de la cruz acudieron a recoger las medallas, siendo Juan Arellano , en representación de las monjas, y Francisco Sánchez , por las hermanitas, los que agradecieron en su nombre el reconocimiento.

Según el acuerdo unánime del pleno municipal, se concede la medalla de oro de la ciudad a estas dos congregaciones «por su meritoria y desinteresada contribución social a la mejora de la calidad de vida de las personas especialmente en momentos de dificultad» . El acuerdo plenario destaca que las dos instituciones forman parte «indiscutible del patrimonio humano, histórico y cultural de Lebrija, en cuya conservación y mantenimiento ayuda la presencia y pervivencia de sendas congregaciones». La distinción también se les concede «por ser depositarias del amor, el cariño y el respeto de la comunidad lebrijana en un alto grado de consenso social ».

Alcalde y delegados municipales con las monjas concepcionistas en el patio del convento A. H.

Las dos comunidades religiosas, aunque no acudieron al acto de entrega, sí estuvieron presentes como protagonistas de un vídeo en el que agradecieron el reconocimiento. La madre abadesa del Monasterio de la Purísima Concepción, sor María José , señaló que «la clausura no nos aísla, no nos separa, no nos hace desentendernos de la gente ni del mundo» , recordando que «estamos en pleno centro de Lebrija para apoyar, ayudar y cuidar al pueblo, a todos, con nuestro testimonio, con nuestra forma de vida, con nuestra oración, con nuestro trabajo, con nuestra acogida». Sor María José reconoció que la concesión de la medalla de oro de la ciudad para la comunidad « ha sido una gran sorpresa, algo que no esperábamos ni imaginábamos , por lo que estamos muy contentas y agradecidas».

Una representación municipal encabezada por el alcalde, con las hermanitas de la cruz de Lebrija A. H.

En representación de las hermanas de la cruz de Lebrija, su madre superiora, María del Henar de la Cruz , expresa en el vídeo el agradecimiento al Ayuntamiento «que ha sabido valorar el carisma de nuestro instituto » y también «al pueblo que nos acoge muy bien y colabora para que nuestro trabajo tenga el mayor éxito y podamos atender a cuantos llegan a nuestra puerta como también cuando llegamos a sus casas». La hermanita destacó que toda su labor «la hacemos por dios y no necesitamos otro premio más, aun así nos sentimos muy agradecidas por este detalle que han tenido». Por su parte la hermana Arcángel , que lleva 44 años en Lebrija, puntualizó que «este detalle que han tenido otorgándonos la medalla de oro es un honor para el instituto, me siento muy agradecida y también doy las gracias al señor que me tiene todavía en esta tierra».

Durante el acto de entrega de las medallas, el alcalde, José Benito Barroso , explicó que «se busca reconocer la labor social y el compromiso permanente que ambas entidades llevan a cabo en nuestra ciudad» , poniendo de manifiesto que «en un tiempo veloz, como este en el que vivimos, tan tendente a la vanidad y al individualismo, defender la importancia de la comunidad, como bien hacen cada día, las hace merecedoras depositarias de la Medalla de Oro de la Ciudad de Lebrija 2020».

Barroso resaltó que «cuando uno se adentra en los conventos de nuestras madres concepcionistas y de nuestras hermanas de la cruz, en mitad de esa atmósfera de silencio y recogimiento siente, paradójicamente, el latido de la vida. Me refiero a ese tipo de vida que nunca deberíamos dejar caer en el desuso : la vida reflexiva y silenciosa, la vida contenida que nos lleva a meditar sobre el sentido de lo que hacemos, y la vida que nos concentra, sencillamente, en la tarea compartida y solidaria ».

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