SIERRA SUR
Un mecánico de Osuna logra reparar una moto de 1959 de la que sólo quedan tres modelos en el mundo
Benjamín Cadenas ha ganado varios premios por los diseños y reparaciones que realiza en motocicletas olvidadas
![Benjamín Cadenas ha reparado una Miniscoot Old del 59](https://s3.abcstatics.com/media/provincia/2016/06/09/s/benjamin-cadenas-moto-U10492684152RDD--620x349@abc.jpg)
Benjamín Cadenas Izquierdo es capaz de devolver la vida útil a motos que aparentemente no son más que un montón de chatarra para muchos. Todos los días que puede le roba tiempo a sus horas de descanso como herrero y soldador para disfrutar de una de sus pasiones: la restauración y montaje de motocicletas clásicas .
Hace unos años construyó un pequeño taller sobre la gran nave donde trabaja cada día, en el polígono industrial El Ejido. Un pequeño espacio de unos 30 metros al que ha terminado bautizando como Rat Bike 69 Motorcicles . Y es que su habilidad se difundió pronto tras ganar varios premios por algunas de las motos que restauró para su propia colección. «Empezaron a venir vecinos de Osuna y de otros pueblos para preguntarme si podía hacer algo con alguna moto que t uvieran parada desde hace muchos años» , recuerda el ursaonense.
![Un mecánico de Osuna logra reparar una moto de 1959 de la que sólo quedan tres modelos en el mundo](https://s1.abcstatics.com/media/provincia/2016/06/09/s/benjamin-cadenas-osuna-U10492684152RDD-U102410606009CbE-250x220@abc.jpg)
Con un aprendizaje totalmente autodidacta, Benjamín desmonta con mimo cada pieza de las motocicletas que llegan a su taller, algunas de ellas auténticos cascarones de metal y óxido tras un largo periodo de inactividad en algún lugar a la intemperie. «L as motos clásicas me aportan retos y satisfacción diaria. Me encanta admirar su belleza antes de empezar y pensar que esta moto abandonada, muerta u olvidada va a pasar por tus manos y que va a rejuvenecer, que volverá a la carretera y a ser deseada por su dueño», cuenta a ABC Provincia.
En ese proceso monta y desmonta, repara, diseña piezas propias o incluso encarga esas piezas a mecánicos del lugar de origen del modelo. Como si se tratara de un gran puzle . «Hay algunas motos cuyas fábricas ya ni existen, por lo que tengo que arreglármelas para que vuelvan a funcionar». En este punto reconoce que el trabajo del que se siente más orgulloso es de la restauración de una autentica pieza de museo, la Miniscoot Old de 1959. «Es una pequeña moto muy rara y exclusiva: solo se fabricaron durante tres meses en el verano de ese año. Existen sólo tres en todo el mundo y estuve siete meses hasta su restauración total» .
Como un juego de niños
El motivo por el que el ursaonense ha llegado a este nivel de conocimiento sobre mecánica parte de su infancia. Por un lado desarrolló su pasión por las motos gracias a su padre. « Tenía una Bultaco Metralla 250, que acabaría siendo el primer vehículo que monté». Por otro lado, su hermano le enseño le enseñó a pilotar motos de marcha cuando tenía sólo ocho años. «Él desmontaba y medio arreglaba su moto como podía. Yo no podía evitar mirar cómo lo hacía y si me lo permitía incluso trataba de ayudarle », recuerda.
Como una de sus anécdotas de juventud recuerda cómo sus amigos se sorprendieron cuando con 15 años cambió su juguete favorito, un coche teledirigido, por una vieja Montesa H6. «Fue la primera moto que pude arreglar. Me llevó todo el invierno y parte de la primavera, pero después la utilicé durante años. Supuso un orgullo para mí y me acuerdo de ella cada vez que arranco una de mis joyas restauradas», señala con emoción.
Fue precisamente ese interés por el objeto de disfrute, la moto, el que le llevó a interesarse por aprender todo lo que implicaba su funcionamiento y reparación. Hoy, c on 36 años , incluso se atreve con la creación de sus propios motores, como el que actualmente está mejorando en su taller. «El año que viene quiero presentarme en la concentración de Faro 2017 , una de las más importantes del mundo, con mi proyecto «Tritón» , una moto que estoy creando con la que espero pasar el corte de selección para competir a nivel internacional».
Mientras realiza los últimos retoques de una Guzzi cardellino de 1962 de un vecino de Dos Hermanas, Benjamín comenta el gran auge que en estos últimos años está teniendo el mercado de las motos clásicas. « La gente se está dando cuenta del valor que tienen esas viejas motos de sus abuelos o sus padres que estaban olvidadas. Y no me refiero sólo al valor económico, cada una de ellas tiene su propia historia, única desde su fabricación, y todavía pueden tener nuevos capítulos por escribir» señala.