BAJO GUADALQUIVIR
El maestro herrero de Lebrija
La Junta otorga a Juan José Gómez la carta de maestro artesano, la primera de Sevilla, por su ayuda a la conservación del patrimonio cultural andaluz
Al calor de la fragua, acompañado por el repetitivo sonido del martillo sobre el yunque, rodeado de hierros y herramientas, pero también de bocetos y diseños, pasa su jornada laboral Juan José Gómez, un lebrijano de 47 años de edad, casado y con dos hijos mellizos de 17 años que en 1996 decidió ser artesano y fundar la empresa Forja Lebrija.
Respondió de esta forma a sus propias raíces, ya que sus abuelos fueron artesanos alfareros y su madre era artesana bordadora especializada en la elaboración de flores y hojas que incorporaba en las sábanas y toallas de los ajuares de boda de las mozas lebrijanas.
Después de veinte años de duro trabajo dedicado a la recuperación de un oficio prácticamente perdido en Lebrija, destacando en la restauración y recuperación de cancelas andaluzas de hierro forjado diseñadas entre 1850 y 1900, Juan José Gómez ha recibido el reconocimiento de la Junta de Andalucía en forma de Carta de Maestro Artesano con vigencia indefinida, figura recogida en la Ley de Artesanía de Andalucía que reconoce una determinada trayectoria profesional. Es el tercero que lo recibe en el sector de la forja en Andalucía y el primero en la provincia de Sevilla.
«Me siento muy satisfecho», señala orgulloso a ABC Provincia, «sobre todo porque para ser maestro artesano hay que superar unos requisitos muy exigentes como haber trabajado como artesano del sector al menos 15 años ininterrumpidos, recuperar al actividad artesanal o ayudar a la recuperación y conservación del patrimonio cultural andaluz, entre otros aspectos».
Una de las características más llamativas de las casas andaluzas tradicionales son la filigranas de las cancelas de entrada, que le dan alma y personalidad al hierro y a la propia vivienda. Hasta principios del siglo XX, las fraguas eran los centros creadores de esos diseños, pero con la llegada de la arquitectura estandarizada y el aluminio, lo que se había convertido en un arte , la forja artística, desapareció.
Juan José Gómez es uno de esos artesanos que se han empeñado en mantener su oficio y en recuperar su esencia artística, cuya mayor expresión en forja es sin duda la cancela andaluza. Por este motivo, Forja Lebrija está especializada en la restauración de antiguas cancelas y en la recuperación de los diseños utilizados principalmente entre 1850 y 1900. En este sentido, la mujer de Gómez, Susana Silva, es parte fundamental en el trabajo de recuperación y fabricación al dedicarse a la decoración de las piezas.
Cancelas andaluzas del XIX
«En 2004 iniciamos un estudio sobre la cancela tradicional andaluza», recuerda el artesano, «recuperamos muchos diseños, catalogamos originales y también investigamos los materiales utilizados en su fabricación».
Para llevar a cabo este estudio, Gómez y sus colaboradores visitaron numerosas casas tradicionales de Lebrija y poblaciones cercanas «y después lo ampliamos a casas del casco antiguo de Sevilla ». El estudio le ha servido a Forja Lebrija para elaborar uno de los catálogos de cancelas tradicionales más completos de Andalucía.
Pero el trabajo de la empresa lebrijana no se limita a la fabricación de cancelas. Otro de sus fuertes son las barandillas de escaleras: « Las fabricamos, pintamos e instalamos , sin necesidad de hacer obras, con un innovador sistema de anclajes limpios», destaca Gómez.
A estos productos, Forja Lebrija suma cabeceros de cama, lámparas, sillas, mesas, espejos y diseños registrados como una curiosa estufa quemador de incienso o un tostador «ecológico» para chimeneas.