CARMONA

Los loteros más antiguos de España llevan en Carmona desde 1764

La misma familia gestiona la administración número 1 carmonense desde hace 184 años

ALBERTO MALLADO

Aquí se despacha suerte. Y aunque la fortuna sería materia caprichosa e intangible, aquí son expertos en ella. Los más sabios de España si se atiende al criterio de la experiencia, ya que la administración de lotería número 1 de Carmona, que lleva el nombre de Virgen de Gracia, es la más antigua de España.

Data nada menos que de 1764 y existe en el magnífico archivo de Carmona el documento que acredita la concesión. Lo firma el Marqués de Esquilache , ministro de Hacienda de Carlos III , y lo hace solo un año después de la creación del juego. El primer lotero se llamó Pedro de Benavente que aparece con esta función en el padrón de habitantes de la collación de Santa María del año 1772. Vendía la que entonces se denominaba Lotería Real en la calle Vendederas.

Contra Napoleón

Por la administración pasó también Domingo Román , quien en 1808 utilizó su labor como vendedor para librarse de pertenecer a la milicia reclutada para luchar contra las tropas de Napoleón, después de un pleito con la Junta Local de Defensa . Le sigue un lotero de decimonónico nombre, Policarpo Solórzano . Y en 1831 la administración pasa a manos de Cristóbal de Medina, desde entonces la misma familia ha regentado esta administración hasta nuestros días, haciéndose cargo de ella los sucesivos antepasados del actual administrador, Valentín Pinaglia.

A lo largo de todos estos años, la administración de lotería ha cambiado la vida de Carmona y ha pasado a formar parte de su historia. José Gavira Gavira , dio un primer premio en 1928, en el número 8.076. Le correspondió, entre otros, a Bernardo Enrique Cerezo Castro. Frente a la administración de lotería está el Teatro Cerezo, que puede decirse que levantó la suerte. El agraciado empleó el dinero que le había tocado en levantar el coliseo y lo donó a la ciudad.

Suspersticiones

Pero además este premio dejó en Carmona una frase que forma parte de la idiosincrasia local. Enrique Cerezo jugaba siempre a la lotería, pero cuando quedaban apenas horas para el sorteo no había acudido a recoger su décimo. José Gavira se lo tenía guardado y al ver que no acudía, mandó a un muchacho a que lo buscara para entregárselo. Lo encontró en la estación de tren, justo antes de marcharse para Sevilla y lo despidió con la frase «dile a don José que se lo pagaré en trigo».

El premio le llegó a pesar de que no lo había pagado, rompiendo una de las supersticiones que hay alrededor de la lotería. La administración ha dado muchos más premios importantes, los primeros de 1 950 y 1958 . En 1988 , el 3 de diciembre Amparo Gavira dio el primer premio con el número 40.213. Repartió 750 millones de pesetas y Carmona vivió una fiesta que duró varios días. Cuenta Valentín que «aquello cambió Carmona, se edificaron muchas casas y se compraron muchos coches».

Aunque la reparte, Valentín considera que la suerte ha sido esquiva con él. Y tiene algún episodio cargado de misterio en relación con la diosa Fortuna . En una ocasión entró en la lotería un señor mayor con barba blanca y no muy bien vestido al que no había visto nunca. Le dijo que le iba a tocar la lotería y que el hijo que esperaba su mujer embarazada vendría con un premio debajo del brazo. Y efectivamente tocó en un número de la administración . Valentín dudaba si jugarlo o no y lo tuvo colgado en el cristal hasta 20 minutos antes del sorteo, finalmente lo devolvió y perdió el premio.

Otra vez fueron un grupo de brujas quienes acudieron a la administración. Aunque parezca extraño, existen congresos de brujas y uno de ellos tuvo lugar en Córdoba . Las congresistas acudieron a comprar lotería a Carmona, porque según explicaron habían hecho un aquelarre y habían visto que iba a tocar allí. Sus dotes adivinatorias quedaron en entredicho porque no tocó nada.

En esto de la suerte existen teorías para todos los gustos. Hay familias que juegan el mismo número desde siempre. Otros buscan en el aval de la antigüedad de la administración la fortuna , y así tienen peticiones desde todas partes de España a varios países de Hispanoamérica a Alemania o a Londres, donde tienen un cliente español que les pide cada año. Y es habitual que durante el puente de diciembre acudan excursiones a Carmona a comprar lotería. Con todo Valentín explica que la superstición ahora más de moda es pasar el décimo por la barriga de una embarazada.

Valentín Pinaglia, con la ayuda de su mujer, gestiona estos días un goteo incesante de llamadas buscando un número concreto y de venta en el mostrador. Llegó a la administración desde hace 30 años, cuando tenía 24. Aunque tiene algunas quejas como la extensión de los terminales que permiten vender en otros establecimientos o el impuesto del 20 por ciento los premios, es un apasionado de su trabajo. «Vendedor de ilusión» se denomina. Y es, desde luego, un bonito (y terapéutico) oficio.

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