LORA DEL RÍO
De Lora a Malasia buscando hacer felices a los empleados para que sean más productivos
Álvaro Sánchez, licenciado en Publicidad, trabaja en una compañía malaya pero quiere volver a Sevilla para montar su propio negocio
Invertir en el bienestar de los trabajadores para impulsar la productividad y el crecimiento de estos es la filosofía en la que se sustenta la empresa malaya Mindvalley , en la que Álvaro Sánchez Martínez, un joven loreño de 27 años lleva casi un año trabajando. Álvaro es licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas además de fotógrafo profesional, pero sobre todo es experto en el mundo asociativo y en el liderazgo empresarial.
Su incorporación en el mundo asociativo comenzó con Adinut, asociación loreña, en funcionamiento de 2004 a 2014. «Esta asociación en la que estuve desde sus inicios, despertó en mí el interés por hacer cosas de una forma desinteresada en sectores como juventud, mujer o tercera edad», cuenta Sánchez . En su etapa universitaria, entró a formar parte de Aiesec, asociación que opera a nivel internacional y que promueve el intercambio de jóvenes talentos y el liderazgo, con el objetivo de activar su potencial.
Allí Álvaro tiene la oportunidad de ser vicepresidente de comunicación del comité de Sevilla, y después presidente, lo que le permite conseguir un aprendizaje que no iba poder adquirir en la carrera en liderazgo de equipos, entrevistas y procesos de selección y marketing financiero.
Acabada la carrera, como cualquier joven recién licenciado, comienza la dura batalla de enfrentarse al mundo laboral: «En un principio me decepcioné bastante pues pensé que gracias a la experiencia adquirida en ambas asociaciones lo iba a tener más fácil y no fue así », admite.
El trabajo acaba llegando pero no es lo que quiere. Durante 5 meses desarrolla labores de comunicación en una inmobiliaria y otros 5 los pasa como guía turístico en Sevilla, hasta que en mayo de 2015 recibe una llamada que cambia su vida por completo. Mindvalley quiere que entre a formar parte de su equipo y para ello tiene que trasladarse a vivir a Kuala Lumpur (Malasia).
«En 2013 oí hablar de esta empresa que opera a nivel mundial ya que el fundador de la misma formaba parte de Aiesec y decido echar el currículum», dice Álvaro, que sostiene: «Lo que me hizo irme a Malasia fue la cultura de trabajo de la empresa, que en vez de invertir en otras cosas, decide invertir en la gente».
Álvaro vino a su pueblo para la feria y se vuelve el 8 de julio a Kuala Lumpur . Su propósito es volver pronto a España para implantar aquí este modelo de empresa. «Estoy contento y estoy disfrutando de aquello, pero cada vez tengo más claro que quiero volver y apostar por lo que tenemos aquí» , dice.