CARMONA
Los dos juzgados por el crimen del joyero echan toda la culpa al tercer implicado que está fugado
La defensa de uno de los dos ha expuesto que detrás de esta muerte hay una serie de «infortunios» y lo ha comparado con un accidente de tráfico porque no hubo intención de matar
Este martes ha dado comienzo en la Audiencia de Sevilla el juicio por el crimen del joyero de Carmona . Francisco Cintado, de 60 años, murió tras ser brutalmente agredido por los autores del robo que sufrió en su negocio la tarde del 6 de agosto de 2018 . Por aquellos hechos fueron detenidos dos individuos, de nacionalidad rumana, y un tercero sigue en busca y captura . Precisamente, sobre éste último han descargado toda la responsabilidad sus dos compatriotas en sus interrogatorios.
Tras casi dos horas de retraso y después de dar lectura a los cuatro escritos de calificación de las partes, algo inusual en los juicios, la Fiscalía , la acusación particular en representación de la viuda y sus dos hijas y las dos defensas han presentado sus alegaciones previas.
El Ministerio Público solicita para Gheorghe S., nacido en 1978, y Iulian I, de 1994, por un delito de asesinato , 25 años de prisión y la prohibición de comunicarse o aproximarse durante 35 años a menos de 1.000 metros a la familia de la víctima, así como ocho años de cárcel y la prohibición de comunicarse o aproximarse durante 12 años a menos de 1.000 metros de dichas personas por un delito de detención ilegal como medio para cometer un delito de robo con violencia .
Asimismo, reclama que ambos encausados, con antecedentes por delito de homicidio en Rumanía , indemnicen a la familia del fallecido con 330.000 euros como consecuencia del fallecimiento; en la cantidad de 295.372 euros por los objetos sustraídos y no recuperados, y con 5.850 euros por la cantidad de dinero en metálico sustraída y no recuperada.
Asesinato o accidente
Según la Fiscalía, estos dos acusados, acompañados del «tercero», como se ha referido al que aún no ha sido detenido, planearon robar la joyería de Francisco Cintado, situada en la calle Pablo Neruda de Carmona .
El plan consistía de dos partes. La primera se llevó a cabo sobre las 8.30 horas del día 3 de agosto , cuando Gheorghe y el «tercero» fueron a la joyería «con el pretexto de realizar la reparación de un reloj y así ganarse la confianza» del fallecido.
Tres días más tarde , sobre las 18.00 horas, volvieron los tres a la joyería. Mientras Iulian hacía las labores de vigilancia en el coche, los otros dos, una vez dentro del local, provocaron que la víctima tuviera que entrar en la trastienda por el reloj. Entonces, el tercero entró tras el dueño y, «sin darle tiempo a salir ni posibilidad alguna de defensa, se abalanzó» sobre él .
Seguidamente, entre Gheorghe y el «tercero» le propinaron una brutal paliza tras maniatarlo y tirarlo al suelo para desvalijar la joyería, según la Fiscalía. Cuando intentó incorporarse, recibió un fuerte rodillazo en la cabeza que lo dejó incon sciente y tumbado boca abajo con una cinta americana en la boca.
Se llevaron uno de los monitores de televigilancia «con la finalidad de evitar ser identificados». Huyeron en coche ese mismo día con destino a Rumanía . El joyero murió sobre las nueve de la noche tras la brutalidad de los golpes recibidos.
Los acusados, pertenecientes a una banda internacional y bien organizada según la Guardia Civil, fueron detenidos en Rumanía el 31 de enero y el 19 de abril de 2019 .
Este martes la Fiscalía ha señalado que los tres implicados actuaron de forma consciente y sabían que por los golpes que le dieron al joyero podían acabar con su vida, sobre todo dejándolo allí tirado tras el brutal ataque.
La acusación particular ha subrayado, por su parte, que lo atacaron de forma sorpresiva y sin dejarle posibilidades de defensa alguna. «Lo engañaron» yendo días antes a la joyería para ganarse su confianza . Actuaron «con saña y crueldad», ha añadido la letrada de la familia.
Por su parte, la defensa de Gheorghe, quien acompañó al «tercero» a la joyería mientras Iulian se quedaba vigilando, ha expuesto que detrás de la muerte accidental de Francisco hubo una serie de «infortunios» , entre los que ha indicado el hecho de que la viuda, que acudió a la joyería después del robo y llamó a la puerta pero nadie le abrió, no insistiera en contactar con su marido. De haber actuado como propone el abogado, la víctima hubiese sobrevivido, ha dicho la defensa.
Ha comparado este crimen con un accidente de tráfico porque niega que hubiera intencionalidad en la actuación de su cliente. Sólo iban a robar, ha insistido. La otra defensa pide la libre absolución para su cliente.
Las culpas al que falta
Gheorghe y Iulian no sabían nada. Ambos, junto al «tercero» llegaron a España en julio de 2018 vía Zaragoza para trabajar en una finca entre Arahal y Carmona , pero nunca llegaron a desarrollar dicho trabajo. Han coincidido en decir que estuvieron muchos días consumiendo drogas antes del robo, en busca de que el jurado aprecie la circunstancia atenuante de drogadicción.
Iulian ha negado toda participación en los hechos. Él sólo hizo labores de vigilancia y sabía que sus compatriotas iban a recoger el reloj que habían dejado allí y robarían otros para venderlo después y comprar más droga y volver a su país . Nunca, según ha declarado, les dijeron lo que pasó dentro del local de la calle Pablo Neruda.
Por su parte, Gheorghe ha manifestado que ni golpeó ni maniató al joyero . Sólo se dedicó a meter las joyas en una mochila. Querían dinero para drogas y el robo fue a propuesta del «tercero», cuyo domicilio en Rumanía ya ha sido identificado como ha indicado en el juicio la defensa de Gheorghe. Si bien, ahora el juzgado de Carmona que llevó la instrucción deberá iniciar un procedimiento contra esta persona cuando sea detenido. Los tres implicados son de la misma ciudad.
La Fiscalía le ha preguntado si le dio un rodillazo en la cabeza al joyero, que lo dejó inconsciento. Primero dijo que no. Después ha admitido que sólo le dio un golpe en el cuello. Ha negado que lo dejaran sangrando en el suelo ni inconsciente , así como tampoco que cerraran la puerta del local al huir.
Iulian, que ha insistido en que no supo que le pegaron al joyero ni que hubiera un plan preconcebido , ha afirmado que volvieron a Rumanía porque no encontraron trabajo. El juicio continúa este miércoles con los primeros testigos: los familiares de la víctima.
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