Emprendedores
Una inyección de Silicon Valley en Mairena del Alcor
Fran Guillén, creador de la aceleradora Impúlsame, sintetiza su receta para crear un negocio de éxito
Una de las primeras aceleradoras de negocios de Andalucía nació en 2014 en Mairena del Alcor . Se llama Impúlsame y uno de sus fundadores es el ingeniero informático Fran Guillén , que participa en compañías como PlusVitech (que desarrolla tratamientos farmacológicos para enfermedades como el cáncer y el Covid) y BrioAgro (centrada en sistemas para la agricultura de precisión). Ahora ha plasmado su experiencia en el mundo del emprendimiento con su libro «Paso de gigante» . Es una fábula motivadora «con un método para emprender con éxito», señala. Y el punto de partida es muy claro: «Se puede cambiar de vida emprendiendo, buscar ideas de negocio que funcionen, evitar asumir riesgos innecesarios y lograr el apoyo de los inversores».
Cuando Guillén puso en marcha Impúlsame con el apoyo del Ayuntamiento mairenero, tenía claro que el gran desafío era cambiar la mentalidad. « En Silicon Valley hay inversores, un ecosistema, infinidad de aceleradoras… Pero sobre todo tienen una actitud distinta , abierta a comunicar ideas y buscar aliados; la información no se oculta como si fuera un tesoro». Y en la aceleradora de Mairena del Alcor «hemos logrado eso, unir y compartir experiencias para crear empresas… y no se trata de reinventar Google, sino de generar empleo en la economía real de nuestro entorno». Pone como ejemplo una empresa de filólogos que «ya ha abierto quince academias para la enseñanza de idiomas». Nuestra meta es forjar un sistema de «cadena de favores», en el que colaboramos para crecer todos.
Sus seis años de experiencia en Impúlsame y las relaciones que ha entablado a través de su podcast Acelerando Empresas le ha llevado a plasmar su propio manual en «Paso de gigante». El protagonista es Leo, un hombre frustrado que decide cambiar de rumbo. Con la ayuda de un mentor afronta el desafío de pensar qué pasos debe dar si le ofrecen un millón de euros para iniciar un nuevo negocio.
«Hay manuales para crear nuevas empresas muy célebres y consolidados, como The Lean Startups de Eric Ries, pero ofrecen una información teórica demasiado copiosa y extensa; en mi fábula he intentado sintetizar todas las ideas que transmitimos en Impúlsame y reflexionar sobre todas las enseñanzas que nacen de la teoría y de la práctica diaria; y también recojo las inquietudes que me han llegado a través de mi podcast». Compara la aventura de emprender con el buceo. «Para tirarse al agua con las aletas y el equipo hay que dar un paso de gigante desde la borda... la primera vez que se hace impone respeto».
Guillén cree que en este momento la principal barrera para que las personas emprendan es la aversión al riesgo. Es una mentalidad que tenía sentido en anteriores generaciones, pero ya hay que cambiar ese concepto. «La mayoría de los jóvenes no tendrá un trabajo fijo para siempre, estará obligado a reinventarse varias veces a lo largo de su carrera». Por lo tanto, es casi obligatorio «pensar en cómo creas tu propio futuro y no esperar a que te lo resuelva otro».
La obra propone derribar algunos mitos. Uno es la edad del emprendedor, «que no tienen que ser solo veinteañeros, ya que está demostrado que la mayoría de los casos de éxito vienen de la mano de personas que comienzan su negocio entre los 35 y los 45 años, que es cuando se atesoran experiencias y contactos». También es una respuesta a crisis como la del Covid , que «nos recuerdan que debemos estar siempre alerta ante situaciones que son cambiantes, y que hunden rápidamente a algunos negocios pero, a la vez, potencia inesperadamente a otros».
Este ingeniero informático predica con el ejemplo. Tenía una plaza fija como empleado público pero decidió dedicarse íntegramente a las empresas en las que participa. « El sector público requiere una revolución , hay personas con muchísimo talento pero es imposible que aflore porque no se incentiva ni salarialmente ni en los ascensos, que son para quienes acumulan antigüedad y se basan en las plazas que salen. Se desaproveche un caudal enorme de energía y conocimiento», concluye.