LOS PALACIOS Y VILLAFRANCA

Huerta de la Noria, patrimonio del olvido

La finca construida en 1960 por el poeta palaciego Joaquín Romero Murube y que usó como residencia vacacional, despierta el interés del Defensor del Pueblo debido a su estado de conservación

El complejo patrmonial diseñado y construido por Romero Murube está protegido por el PGOU vigente F.R.M.

Fernando Rodríguez Murube

Se pone el sol invernal sobre el horizonte marismeño, y los rayos de luz que se proyectan sobre la inmensa Huerta de la Noria (20.000 metros cuadrados) se tornan de un naranja que casa a la perfección con el aroma a melancolía que brota de su sugestivo jardín. Como si esa fragancia del alma tan arraigada al ideólogo de tamaño conjunto floral y arquitectónico lo hubiese dejado tan impregnado, que 50 años después de su muerte aún se percibe.

Flanqueado por recios cipreses —a los que el poeta llamaba «nazarenos de otra vida»— que renuncian a la capitulación y se yerguen hasta tocar el cielo, este bellísimo oasis que el poeta Joaquín Romero Murube proyectó en 1960 para sus periodos vacacionales a escasos metros de su pueblo natal, Los Palacios y Villafranca , mantiene intacto, sesenta años después de su construcción, un enigmático magnetismo para el sosiego del espíritu, justamente lo que buscaba el autor de «Pueblo lejano» , ya en el ocaso de su vida, para sus retiros del mundo vano cuando se cansaba de los múltiples compromisos y el ajetreo de la ciudad.

A un extremo del jardín, presidiendo una admirable armonía de arquitectura y naturaleza , se encuentra la vivienda de Romero Murube, de estilo rural y de la que destaca un porche porticado sustentado sobre dos columnas de mármol. Antes, para acceder a dicha zona, hay que recorrer un breve camino conformado por losas de tarifa , el pavimento característico de la Sevilla histórica hasta el siglo XIX, y abrazado por restos de columnas de mármol tristemente expoliadas.

Vista del estanque desde la casa F.R.M.

A los pies de la parte delantera de la casa se dispone la joya de la corona, un inmenso estanque rectangular que sumado a la distribución de la vegetación evoca intencionadamente al jardín de los poetas de los Reales Alcázares de Sevilla (palacio del que Joaquín fue conservador durante 35 años). Al otro lado, justo enfrente, perfectamente alineado con el centro de la vivienda, luce una gigantesca palmera que añade exotismo a la postal.

Sobre la eufonía de la Huerta, el filólogo y crítico literario López Estrada escribió lo siguiente: «Él la proyectó y siguió su construcción con el cuidado con que haría un soneto : todo consuena, todo está trabado con el campo andaluz que rodea la casa: caminos como versos y un espacio limitado donde –como el soneto– todo cabe, hasta una vida».

Hoy todo el conjunto aguanta estoicamente en pie pese a los avatares del tiempo, el expolio indiscriminado y las embestidas de la mala praxis llevaba a cabo durante décadas por quienes tenían y tienen que velar por su conservación.

El valor del espacio es innegable. Sin ir más lejos, el Plan General de Ordenación Urbana de Los Palacios y Villafranca (2008) lo cataloga con una protección estructural B , ya que merece ser preservado «por su interés histórico, arquitectónico y etnográfico , y como exponente de la identidad cultural palaciega», especificando los activos a proteger: «La villa residencial en su conjunto, el jardín delantero, zonas verdes anexas y arboleda aledaña».

Asimismo, «debe protegerse también un pozo de obra antigua y su maquinaria para la extracción del agua (siglo XIX), así como una alberca dispuesta junto a éste, por su valor histórico y etnológico. Este artilugio de extracción de agua (la noria) le ha dado nombre a la finca». En este sentido, llama poderosamente la atención que la ficha no delimite mediante plano la superficie protegida .

No obstante, desde que falleciera el escritor palaciego en 1969, y su viuda lo vendiese al jinete y poeta Luis Ramos Paul , la Noria ha pasado con suerte dispar por diferentes manos privadas, pero siempre bajo el denominador común del silencio cómplice de las instituciones que debían actuar en pos de su buena conservación (todos los gobiernos que han pasado por el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca y Junta de Andalucía). Dando como resultado un deterioro importante respecto al estado primigenio del conjunto, aunque en muchos aspectos aún recuperable y conservable .

«Fuente de los poetas» F.R.M.

Y es que además de todo lo mencionado, entre el inventario patrimonial aún destacan bancos de recreo decorados con cerámica del siglo XVI, la «Fuente de los Poetas» , diferentes piezas intactas de azulejería de arista trianera del siglo XVI, un impactante retablo cerámico, la noria, etc.

La novedad a este respecto es que recientemente la Oficina del Defensor del Pueblo andaluz , dirigida por Jesús Maeztu , ha entrado de lleno en el asunto. «Tenemos la potestad de entrar de oficio si entendemos que se puede estar vulnerando un derecho, en este caso el derecho de conservación de un patrimonio histórico y cultural que consideramos importante», explica a este periódico.

Así, dicha institución inició el pasado 19 de diciembre una queja de oficio tras leer en prensa artículos relacionados con este tema, —«una forma de proceder muy común en nosotros», según reconocen— dirigida a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y al Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca con el objetivo de «conocer exactamente en qué estado se encuentra este conjunto patrimonial» , ya que, según se refleja en el texto de la queja, dichas informaciones «hacen mención a la situación de amenaza que sufre este inmueble que permanece en un estado progresivo de abandono, así como la ausencia de posibles proyectos culturales en base a la posible creación de una casa-museo acorde con el origen y trayectoria del inmueble».

A través de este escrito Maeztu solicita información acerca del régimen de protección que ostenta en la actualidad la Huerta de la Noria, el estado de conservación del inmueble, la relación de intervenciones y proyectos que se hubieran proyectado y circunstancias de su ejecución, el régimen de uso o aprovechamiento de las instalaciones, los supuestos daños o demoliciones no autorizados y cualquier otra circunstancia que consideren oportuno transmitir para esclarecer el asunto.

Desde el Defensor del Pueblo insisten a ABC en la necesidad de conocer los «informes municipales de actuación de conservación de esta finca», y en función de la respuesta recibida, harán uso del «recordatorio de deber legal» en caso de que alguien (persona o institución) esté incumpliendo con sus obligaciones. Incluso, no descartan que en un futuro sus técnicos se desplacen a conocer in situ el estado del inmueble.

Camino de acceso al porche de la casa y el estanque F.R.M.

Tras hacerse pública esta queja hace apenas una semana, el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca emitió el pasado martes una nota de prensa en la que anunciada que estaba preparando la información requerida, que finalmente será entregada esta próxima semana . En la misma se señalaba a Claudio Maestre , vecino de la localidad especializado en la figura de Romero Murube , como principal y único impulsor de esta corriente de opinión que ha llevado a Maeztu a actuar de oficio.

En este sentido, Juan Manuel Valle, alcalde palaciego , defiende la postura del Ayuntamiento: «Llevamos inmersos desde septiembre en un plan de trabajo que baraja diferentes opciones para poder recuperar este importante conjunto patrimonial para Los Palacios y Villafranca, por lo que supuso para el poeta y por la vinculación de éste con la Generación del 27». «Asimismo, en noviembre dicté una providencia al arquitecto municipal para que hiciera un informe de cómo podíamos incrementar al máximo el nivel de protección urbanístico del inmueble, porque pensamos que la mejor manera de salvaguardar este patrimonio es darle el nivel de protección A, ya que implica mayores exigencias para el propietario», dice.

«Además, Claudio tiene constancia de todos estos movimientos porque los comenté durante una reunión mantenida en septiembre por la comisión organizadora de los actos conmemorativos del 50 aniversario del fallecimiento de Romero Murube , comisión a la que él ha pertenecido y de la que decidió salirse de motu propio el pasado mes de diciembre», dice Valle.

En esta misma línea, el primer edil afirma que « el Ayuntamiento va a extremar desde ya las medidas de protección de la Huerta de la Noria y anuncia que, una vez que esta semana se le entregue toda la documentación, va a solicitar una reunión con Maeztu para entregarle el anteproyecto que Claudio Maestre paralizó, ya que precisamente fue él el principal responsable del bloqueo al único proyecto que ha existido hasta ahora para la restauración de la Huerta de la Noria, cuando ostentó el cargo de delegado de Cultura del Ayuntamiento con el PSOE (2007-2011)».

Una información que secunda Eduardo Gilabert , palaciego propietario de una constructora que previamente había comprado la finca a José León, ex presidente del Real Betis : «Presenté un proyecto de restauración y rehabilitación de la finca que incluía una importante inversión en la restauración de los jardines y la casa de Romero Murube, así como la construcción, en torno a la mencionada zona de recreo, de un salón para acoger celebraciones (bodas, comuniones, etc.)», explica. «Mi idea, además de obviamente lucrarme con el salón de celebraciones, era dejar las puertas abiertas al Ayuntamiento para que tuviera acceso a las instalaciones restauradas, siempre con mi lógico consentimiento, con el objetivo de organizar charlas, conferencias o exposiciones dedicadas a la figura del poeta , pero en ningún caso como casa-museo».

Sin embargo, continúa, «tras varias reuniones, en primera instancia Antonio Maestre, entonces alcalde, y Claudio Maestre, delegado de cultura, dieron viabilidad a mi proyecto , y de repente, cuando ya incluso había empezado a picar la fachada de la casa, Claudio envió a los inspectores y me pararon la obra y el proyecto».

Cerámica dedicada por Luis Ramos Paul a Romero Murube F.R.M.

En contraposición, Claudio Maestre afirma a este periódico que «desde finales del pasado siglo vengo proponiendo que la Huerta de la Noria debería convertirse en la casa-museo de Romero Murube. Constancia escrita queda en cuatro de los libros que he escrito y cualquiera puede comprobarlo en las publicaciones de 2003, 2004, 2007 y 2017. Entré en la política porque se me prometió que mi reivindicación sobre la Huerta se iba a materializar en esa legislatura y asumí ese compromiso, a pesar de mi no militancia en ningún partido».

«Ahora, cuando el Defensor del Pueblo le pide explicaciones al Ayuntamiento sobre la situación en que se encuentra la Huerta, el alcalde, para defenderse de su inacción durante nueve años , carga con acritud contra mi persona y lo hace manipulando y falseando la realidad. Es cierto que siendo concejal de Cultura se me presentó un proyecto para rehabilitar la Huerta de la Noria, pero la rehabilitación de la vivienda se hacía para ser la casa del hijo del propietario», comenta Maestre sobre las declaraciones del alcalde palaciego y Gilabert.

« Aquello no era un proyecto museístico, sino privado . Si se hubiese aprobado, los palaciegos habrían perdido toda la esperanza de que este privilegiado enclave pudiera albergar algún día la casa-museo», concluye.

Por último, Manuel García, inquilino del inmueble desde hace tres años , muestra su descontento respecto a las afirmaciones vertidas el pasado mes de noviembre por Maestre acerca del estado del conjunto: « Me indigna que alguien pueda decir que está abandonado, porque es rotundamente falso . Yo vivo aquí, y dentro de mis posibilidades estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para conservar el patrimonio», exclama muy molesto.

«Gracias a mi trabajo esto ha mejorado mucho respecto a cómo se encontraba hace unos años, cuando los matojos alcanzaban más de un metro de altura, la casa estaba invadida por nidos de pájaros y expoliaron numerosas estatuas que estaban ubicadas en el jardín, en el estanque y en la casa. Y si no fuese por mí, esto habría sufrido un expolio aún mayor, porque han intentado llevarse hasta la histórica noria», defiende García.

«Desde que yo estoy aquí la vivienda está consolidada, los cipreses están perfectamente cuidados e, incluso, lleno el estanque durante la primavera y el verano. De hecho, la revista cultural El Soberao me ha propuesto presentar aquí en junio su próximo número con motivo del 60 aniversario de la construcción de este bello espacio y he aceptado encantado. Lo que no se me puede pedir es que invierta un dinero que no tengo. Si el Ayuntamiento o la Junta quieren invertir en una conservación más exhaustiva de todo esto, que hablen conmigo, no me cierro en banda, pero siempre partiendo de la base de que yo soy el propietario actual del inmueble», sugiere el inquilino.

Sea como fuere, lo cierto es que en el año que se conmemora el 50 aniversario del fallecimiento del autor de «Sevilla en los labios» , el espacio de recreo que con tanto mimo diseñó el que fuera nombrado Comisario de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional y que emprendió una inagotable labor de recuperación en este ámbito, dista mucho de lo que fue.

Para concluir, una confesión que el propio Joaquín Romero Murube hacía en 1942 a través de una carta a Cayetano Sánchez Pineda , ex director del Museo de Bellas Artes de Sevilla: « La ineficacia de los propósitos urbanísticos y otras incidencias de análoga especie —en materia patrimonial— me tienen de un destemple de ánimo y de una falta de fe para todo, que nunca he sentido como ahora».

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