Carmona
La Guardia Civil desmantela una falsa ETT que estafaba a agricultores de Sevilla y Córdoba con plantillas de sin papeles
La trama se destapó cuando un grupo de jornaleros acudió a la casa de dos de los detenidos para reclamar su salario con amenazas
La Guardia Civil ha detenido a cinco personas -tres españoles y dos rumanos- que surtían de mano de obra barata a fincas de Sevilla y Córdoba. Uno de los rumanos había creado una empresa ficticia que actuaba como una suerte de ETT, la cual captaba a jornaleros a través de anuncios insertados en páginas webs populares. La investigación la ha llevado a cabo el Grupo Roca de Carmona y se inició en el mes de mayo, a partir de la denuncia de dos de los tres arrestados por supuestas amenazas. Un grupo de jornaleros que habían sido contratados para la recolección de ajos se personaron en su domicilio reclamando el jornal. Ese enfrentamiento propició la intervención del Instituto Armado para que la sangre no llegara al río y que se destapara la trama.
Los detenidos, vecinos de Palma del Río, Sevilla y Carmona, actuaban de intermediarios con agricultores que tenían necesidad de personal, sobre todo durante el confinamiento. Fuentes de la Guardia Civil detallan a ABC que durante la pasada primavera hubo dificultades para encontrar trabajadores dadas las restricciones de movilidad. Además, en campañas como la del ajo, «se requiere de cuadrillas con un buen número de jornaleros»; lo que propició que muchos agricultores acudieran a empresas que se presentaban como ETTs con carteras de trabajadores disponibles .
La trama desmantelada no daba de alta a los trabajadores y en muchos casos ni les pagaban. Sin embargo, le cobraban a los agricultores por los servicios de recolección , tramitación de documentación a la seguridad social y seguros sociales. Se dio el caso de un empresario, que al conocer que no habían cobrado los jornaleros que estaban en su explotación, les pagó directamente, abonando así dos veces por el mismo servicio, explican desde la Benemérita.
La organización delictiva captaba a personas extranjeras sin residencia legal en España, por lo que no podían ser dadas de alta en la seguridad social. Son víctimas muy vulnerables que además en la mayoría de los casos no quieren denunciar por miedo a la expulsión. Ésa fue una de las dificultades con la que se topó la investigación, que concluyó hace dos semanas con el arresto de los cinco implicados. Hoy en día se encuentran en libertad con cargos . Uno de los dos rumanos investigados ya contaba con antecedentes por explotación laboral.
Entre los jornaleros que no dieron de alta había españoles que aceptaban las condiciones por necesidad o porque buscaban un sueldo extra mientras cobraban una prestación por desempleo
Además de inmigrantes sin papeles, los agentes se encontraron con jornaleros españoles que estaban trabajando sin asegurar por necesidad o porque no podían declarar su alta en una actividad laboral. En concreto los agentes comprobaron que había una persona que estaba de baja laboral y otra cobrando el paro, y ambas habían aceptado trabajar en esas condiciones para no perder las prestaciones .
«El caos organizativo a la hora de llevar el registro de trabajadores por parte de los responsables, teniendo en cuenta que muchos de ellos ni siquiera podían ser dados de alta en la seguridad social, hace difícil a los investigadores realizar un conteo exacto. No obstante, con toda la documentación aportada por perjudicados y otros testigos, entre las que figuran listas manuscritas con filiaciones de personas que supuestamente estuvieron realizando trabajos en las fincas de Sevilla y Córdoba, los investigadores han constatado al menos 161 jornaleros, 45 de las cuales han decidido testimoniar o denunciar», señalan desde la Guardia Civil. Esos datos corresponden únicamente a esta pasada campaña con lo que es muy probable que el volumen de trabajadores afectados que cayeron en manos de esta empresa ficticia sea mayor.
Los impagos a los jornaleros propiciaron que los trabajadores se acabaran enfrentando a los detenidos, que contrataron seguridad privada para defenderse cuando visitaban alguna explotación agraria y podían encontrarse con algúm trabajador que había sido engañado.
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