LOS PALACIOS
«RR», el futuro Marc Márquez, tiene 10 años y ya es campeón de España de Moto4
José Antonio Rueda Ruiz, el niño prodigio del motociclismo, pregunta antes de correr cuál es el récord del circuito
José Antonio Rueda no es un niño como los demás. Con apenas diez años, se ha proclamado campeón de España de Moto4 en Cheste , el mítico circuito valenciano , superando con una facilidad casi insultante a corredores en su mayoría dos años mayor que él —es el corredor más joven de la parrilla—, y pulverizando la mayoría de records nacionales existentes hasta la fecha en su categoría.
La meteórica carrera de este niño prodigio de las chicanes y las curvas arrancó con solo tres años cuando se subió a una moto por primera vez. Su abuela materna le regaló una de batería, y cuando sus padres fueron a ponerles los ruedines él se negó rotundamente: «Valentino (Rossi) no lleva ruedines» . Ese mismo día cogió la moto y apoyando los pies dio una vuelta a una nave que tiene su familia cerca de casa, en la pedanía palaciega de Los Chapatales; a renglón seguido hizo otra ya con los dos pies en las estriberas, y en la tercera ya la puso a 25km/hora , dejando boquiabierta a toda la familia.
«Quiero una moto de verdad»
Pocos días después y sin despegarse de su nueva compañera ni un segundo, sus padres lo llevaron a un pequeño circuito que hay en Las Cabezas para que rodara su moto. Lo que en principio iba a ser una tarde feliz, pronto terminó en monumental enfado de «Erre» , como lo conoce todo el mundo.
Y es que al poco de estar en pista se incorporaron dos niños con motos de gasolina y más potentes que la suya, y al ver que le pasaban una y otra vez se bajó y dijo airado a sus padres: «Vámonos, yo no quiero esta moto , quiero una de gasolina».
Como sus padres no podían ni querían comprarle una de las características demandadas por el niño, debido al peligro que suponía para alguien de tan corta edad y al dinero que cuestan, apenas cogió la de batería y decidieron apuntarlo a la escuela de fútbol municipal de Los Palacios , un deporte para el que también mostraba grandes cualidades.
Allí volvió a experimentar el amargo sabor de la derrota . Se convirtió en el mejor del equipo, y se hartaba de correr por todo el campo dejándose la piel en cada partido, pero cuando perdían, Erre se hartaba de llorar, impotente por no poder hacer más por conseguir la victoria y ver cómo a sus compañeros no les importaba tanto el resultado.
Tanto con estos episodios balompédicos como con el del circuito de Las Cabezas quedaba más que patente el superlativo gen ganador del palaciego. Abandonó el fútbol y volvía a tener entre ceja y ceja ser campeón en un deporte individual, y ése era el motociclismo. Sus padres captaron este talento deportivo fuera de lo común y su extrema competitividad, y con seis años ahorraron para comprarle una Polini 4.2 y lo apuntaron a la escuela de motociclismo MKV Racing School de Alcalá del Río . Allí aprendió y sigue aprendiendo.
Superándose siempre
Desde ese momento no ha parado de crecer en la pista, arrasando en cada competición que ha participado, primero con minimoto en circuitos de karting, donde obtuvo el título andaluz, el nacional y el de cuna de campeones; como en su primera temporada en circuitos de velocidad, donde ha impuesto su ley desde la primera carrera en Albacete a principios de año,hasta en Cheste hace unos días, donde se proclamó campeón de España de Moto 4 en Valencia con varias carreras aún por disputar.
«Siempre quiere superarse a sí mismo, lo primero que pregunta cuando llega a un circuito es cuál es el récord», afirma su padre, que narra orgulloso las proezas de su pequeño gran campeón . Y no lo pregunta por preguntar, de hecho este año ha pulverizado numerosas marcas, consiguiendo la pole y el récord de velocidad en la mayoría de circuitos , imponiendo el récord de velocidad histórica de la categoría en 193 km/hora, obtenido en Motorland (Aragón ), y que hasta ahora estaba en 180.
Sin duda, habrá que seguir la pista de «RR99» o «Rayo Rápido», como él mismo se bautiza cada vez que sube a su moto, en honor a sus apellidos (Rueda Ruiz) y haciéndole un guiño a Rayo McQueen, el protagonista de la película Cars , y al dorsal de Jorge Lorenzo , su piloto favorito.