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Los forenses del parricidio de Pedrera descartan la muerte natural: «Alguien ha asfixiado a este señor»
El acusado relató de forma «coherente y ordenada» cómo mató a su padre y trasladó la sensación «de alivio» que sintió, según los peritos que hicieron el informe de imputabilidad
«No es muerte natural en ningún caso. Alguien ha asfixiado a este señor». Ésta ha sido la conclusión de los dos forenses que practicaron la autopsia al cadáver del anciano con problemas de movilidad y dependiente hallado muerto el 15 de junio de 2018 en su casa de Pedrera y por cuyo asesinato está siendo juzgado en la Audiencia de Sevilla por un jurado popular su hijo , J.A.A.
En la sesión de este miércoles, la segunda de este juicio, han testificado un nieto y la hija de la víctima , así como una prima del acusado. También han depuesto la profesional del Instituto Anatómico Forense de Sevilla que procedió al levantamiento del cadáver, un agente de la Guardia Civil y otro de la Policía Local , los dos forenses que realizaron la autopsia, otros dos profesionales que hicieron un informe sobre la imputabilidad del acusado y, por último, otro perito forense que se entrevistó con el hijo de la víctima horas antes de prestar declaración ante la Policía Judicial para comprobar su estado para hacerlo. También ha declarado el psiquiatra del Hospital de Osuna que ha trabajado con el acusado, quien presenta una esquizofrenia paranoide.
Los médicos forenses que llevaron a cabo la autopsia al cadáver de este anciano han confirmado que la causa de la muerte fue una estrangulación con una presión «firme» sobre el cuello y tapando los orificios respiratorios. El autor de esa agresión con la mano izquierda le presionó fuerte el cuello y con la mano derecha le tapó la boca y la nariz , causándole una asfixia . Víctima y agresor estaban situados cara a cara.
«No es muerte natural en ningún caso. Alguien ha asfixiado a este señor» , ha concluido la forense, quien ha explicado que presentaba erosiones y lesiones en la parte anterior del cuello y alrededor de la boca y mandíbula, en este caso, eran señalas de uñas clavadas.
«Veía dioses y cosas de fantasía»
Posteriormente, el jurado ha podido escuchar a los dos psiquiatras que evaluaron al acusado de asesinato para comprobar su imputabilidad. Éstos han sido claros: «no se pueden justificar estos hechos por una alucinación». Además, han recordado que durante sus encuentros con el hijo de la víctima éste l es contó de forma «coherente y ordenada» cómo mató a su padre , la sensación de alivio que sintió, los momentos previos o la falta de remordimiento. «No escondió nada de lo que sucedió».
Igualmente, ante la insistencia de la Fiscalía y la acusación particular que ejerce la otra hija de la víctima, los dos profesionales han coincidido en señalar que el procesado, de 49 años, sabía lo que hacía.
Tampoco mostró arrepentimiento el acusado ante el forense que le atendió un día y medio después para comprobar si estaba en disposición de declarar ante los policías tras ser detenido. «Tenía un hematoma en el brazo producto de un forcejeo».
El psiquiatra que durante años ha atendido al acusado en el Hospital de Osuna por su esquizofrenia paranoide ha asegurado que este paciente, cuando ocurrieron los hechos, se encontraba estable después de que cinco meses antes le diera un episodio de delirio y alucinaciones.
En este sentido, tanto el sobrino como la hermana del acusado han indicado que cuando el acusado sufría los brotes agudos advertía a sus familiares que «veía dioses, cosas de fantasías , irreales e incoherentes».
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