LOS PALACIOS
Fernando Romero: «A mis 72 años cuesta dirigir un paso durante 7 u 8 horas»
Tras 50 años en el mundo del martillo y el costal, ha decidido retirarse como capataz
A sus 72 años Fernando Romero Márquez ha decidido que la estación de penitencia que realice la Virgen de la Soledad sea la última que él dirija como capataz. Tras medio siglo a golpe de martillo, es toda una institución en el mundo cofrade palaciego gracias a un currículum poco menos que imposible de igualar: capataz durante 50 años de l a Virgen de la Soledad , 45 de la Virgen de las Nieves (patrona de Los Palacios), 22 de la Borriquita, 10 del Cristo de la Veracruz, dos de la Virgen de los Ángeles , uno de la Virgen de los Dolores , uno del Santo Sepulcro, costalero varios años de Jesús del Gran Poder y de la Virgen de los Remedios , título de capataz honorario perpetuo de la hermandad del Gran Poder, galardonado con el Varal de Plata por la tertulia cofrade el Último Varal y exaltador al costalero en 2006.
—¿Por qué ha decidido retirarse?
—Tengo 72 años, y la edad no perdona. Cada vez cuesta más el ritmo de ensayos y dirigir el paso durante 7 u 8 horas. Sin embargo en la patrona me voy a quedar, ya que la procesión solo dura unas 3 horas y se hace más llevadera. A partir del año que viene me convertiré en cofrade de acera, como se suele decir. Procuraré usar gafas de sol por si lloro de emoción.
—¿Cómo fue su inicio como capataz?
—Yo era costalero del Gran Poder, y mi amigo Julio Mayo me propuso formar parte de la nueva Junta de Gobierno que lideraba el veterinario don Víctor junto Cecilio Caravaca, Manolito Jaén, Manuel Parrales, Joaquín Ramos , etc. Hicimos una parihuela para la Virgen con costaleros como ahora (antes era al hombro), y pasó de 8 costaleros a 24, primero sin palio y al año siguiente con palio. en el 67 la junta me nombró capataz, y hasta hoy. Recuerdo que salíamos el viernes santo por la tarde desde la parroquia Santa María la Blanca.
—Aquella época fue importante a nivel cofrade para el pueblo.
—La Semana Santa de Los Palacios dio un vuelco a partir del año 1965 gracias al párroco don Juan Antonio Tardío Vázquez . Observó que necesitaba un cambio y se percató de que había una nueva hornada de jóvenes cofrades con muchas ganas de hacer cosas en las tres hermandades que existían entonces, con gente como J ulio Mayo Troncoso y yo en la hermandad del Gran Poder; Antonio Cruzado, Manuel Herrera y Benito en la Veracruz; y Faustino Gonzálvez y Pepe Damigo en la Sacramental.
—¿Qué formación tenía respecto a este mundillo?
—En la cuaresma de 1966 en ABC había una sección cofrade con diferentes artículos, uno de los días se titulaba «Oro y esparto» , en el que venía el plano de una parihuela en planta donde se detallaba el nombre de todo lo relacionado con un paso y sus componentes y en el que se hablaba también de cómo tenía que ser la ropa, cómo se hacía el costal, la morcilla, etc., y por ahí aprendimos muchos a hacerla y a familiarizarnos con el vocabulario cofrade. También recuerdo que en el bar Hermanos Mayo me llevaba horas y horas hablando de Semana Santa con Julio Mayo . Además, íbamos a Sevilla un montón de amigos en un 600 de Escalera o en el 800 de Antonio Romero. Era increíble ver salir a tanta gente de unos coches tan chicos. Íbamos a ver a la Paz y a la Estrella.
—Destaque una cuadrilla de las suyas y otra en general.
—He tenido cuadrillas muy buenas, pero si tuviera que resaltar alguna sería con la primera. Éramos néofitos en estas lides y fueron los que encendieron la llamita para que luego la cosa haya ido a más. Y de Sevilla, como llevaba Luis León a la Macarena era extraordinario.